~ Verdad.

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El camino hacia ti

- Quíteme las manos de encima.- ordenó con un tono frío.

Provocando que un silencio los rodeara por unos segundos, segundos que Satoru sintió como una verdadera eternidad.
Congelandose sobre su sitió mientras su cerebro terminaba de procesar lo que estaba sucediendo.

- ¿Qué no escuchaste?- molestó, el Alpha peli negro tomó la mano del emperador, olvidando quien era.- Te dijo que lo soltaras.- en el fondo no podía permitir que siguiera lastimando al peli rosa.

- Tú no te metas.- el más alto se apartó con brusquedad, posando su mirada molesta en el intruso, ni siquiera le importó que le tocara de esa forma, simplemente lo quería lejos de esposa.- Largo de aquí.- ordenó, sin embargo, Yūji intervino nuevamente.

- Ya basta ustedes dos.- rápidamente se colocó entre ellos.- Las personas están mirando.- en medio de una calle transitada, ambos Alphas ofrecían un buen espectáculo.

Siendo Gojō la principal atracción del lugar, ya que sus ropas estaban desalineadas y su aroma a alcohol lo delataba con facilidad.
Hasta ese momento nadie había notado la presencia de Itadori, pues esa norma capa ocultaba perfectamente su identidad, caminando con toda libertad por ahí, sin ponerse en riesgo o hacer un alboroto.

- Tenemos que hablar, ahora.- dijo molesto, ignorando por completo al resto.

- No tengo tiempo.- le dio la espalda.

- ¿Acaso ignoras a tu esposo?- eso le dolió.

- Emperador o no, cualquier asunto que este relacionado con nuestro matrimonio ya no tiene prioridad.- fue directo.- Ahora, si me disculpa, señor, tengo asuntos más importantes que atender.- acomodó su capucha, listo para irse.

- Alto ahí, no irás a ningún lado con ese imbécil.- exclamó.- Así que vuelve aquí, Getō.- le llamó por su apellido, listo para castigarlo por su insolencia.

- Si, señor.- estaba a punto de obedecer, cuando la mano de Itadori sobre su pecho lo detuvo.

- Él ya no trabaja para usted.- recordando que Satoru lo sancionó con trabajo pesado la última vez que los vio juntos, ahora no sabía de que era capaz, estando en ese estado.- De ahora en adelante será mi mano derecho y escolta personal.- no volvería a dejarlo sólo.

- ¿Qué tontería estás diciendo?- gruñó.

- Lo que escuchó y si no le importa, debemos irnos.- esta vez sí retomó su camino.

Escuchando a lo lejos como su Alpha maldecía.
Yūji estaba decidido a cumplir con su deber como emperatriz, sin que nadie se interpusiera en su camino.

Aunque sería difícil ir contra Satoru, no volvería a doblegarse ante él.

- ¿Viste eso?- chasqueó la lengua.- Mientras a mí me tiene esperando en la habitación, el emperador decide ir tras su esposa, quien lo rechaza de esa forma una y otra vez.- golpeo la ventana.

Dentro de un negocio de telas, Megumi elegía las mejores para confeccionar su nueva ropa, hasta que una voz familiar le hizo acercarse a mirar, presenciando todo.
A su lado, Mai nuevamente le había impedido salir, sabiendo que podría ocasionar más problemas.

- Es obvio que aún lo ama, pero, que no pueda darle un hijo es el verdadero problema.- suspiro cansada.- Por esa sencilla razón es que tu continuas dentro del palacio y te permiten cumplir cualquier capricho.- levantándose de su asiento, debían volver cuanto antes.

- ¿Crees que su esposa lo acepte de nuevo?- esa idea le molestaba.

- No lo creo... ¿Viste su expresión?- incluso a ella le causó temor.- Es obvio que ahora lo desprecia.- tomó sus bolsas.- Si yo estuviera en tu lugar, me daría prisa y conseguiría la semilla del emperador, así te desharías de él más rápido.- dio la idea, antes de abandonar el lugar.

El camino hacía ti [GoYuu] [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora