Capítulo 4 "por la pradera"

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-Joel: ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS 17, MI PRINCESA!!- me despierta la dulce voz de mi ángel favorito.

-Sarah: gracias hermanito, ven aquí.

Nos abrazamos y salimos todos en familia, mamá, el hombre que la acompaña (Rico), Joel y yo. Estamos en el Centro Comercial, en la feria a punto de pedir pizza cuando a mi pequeño le dan ganas de hacer pis y mi mama se levanta a ayudarlo (sí, es raro, él ya tiene 19 años pero mamá aún debe ir a ayudarle), solo quedamos en la mesa Rico y yo, lo miro con mucha rabia por lo que hacía conmigo, era cada semana, pero a mi hermano si lo trataba con delicadeza ¡¡agh!! Me levanté y fuí a caminar un rato mientras volvía mi hermano, era al único que en verdad amaba.
Perdida en mis pensamientos, caminando sin ver, tropiezo con un joven, hablamos un ratico y luego nos despedimos, pero ese chico me desveló, toda una semana me la pasé pensando en él, y ni sabía su nombre.

Un día muy muy lluvioso, ni mi hermano ni yo fuimos a clases, pero mamá estaba trabajando, y yo NI LOCA voy a dejar a mi hermoso hermano cerca de ese desgraciado, así que estaba siempre a su lado, cuidandolo.

Nos pusimos a jugar con las manos, eran jueguitos de niños pero a mi eso me encanta, llega Rico y comienza a "jugar" con nosotros; levanto a Joel y lo llevo al cuarto, le digo que prenda la PC y que se ponga a jugar, al darme la vuelte está Rico observandome "ven al baño" y va sin más. Voy al baño "¿qué pasa si no hago lo que quieres?" Puso firmeza y dijo con voz amenazadora "mato a tu hermano" volteé a mirar su habitación, bajé la mirada y cerré la puerta del baño.

Al momento que se bajó los pantalones vi que tenía un nuevo pircing y me preguntó que si no me gustaba, me asusté sinceramente, solo asentí con la cabeza. Siempre hice lo que me ordenó, en un momento me manda a poner la posición del perrito, y lo hago, pero salvajemente introdujo algo (sinceramente no sé qué era) por mi retraguardia y me dolió tanto que grité, él solo decía que aguantara, y seguía haciendolo muy duro.

Escucho a mi hermano intentando abrir la puerta, la pateaba gritando "papi ayuda a-a mi hermanita, está gritando, papi, ayúdala" con esa voz que apenas la escuchas quieres llorar.

Rápido nos vestimos y salimos del baño, Joel salió disparado a abrazarme y yo estaba llorando, solo le dijo que no se preocupara que todo estaría bien, mientras Rico hablaba boberías y mentiras que ni el mismo se las creería.

Esa noche estaba en mi habitación llorando a moco suelto y llegó.

-Joel: Sarah... a mi no me m-mientes ¿verdad? ¿papá te hizo algo?
No le dije nada, solo lo miré, y le dije que durmiera conmigo.

Al día siguiente desperté y mi ángel precioso no estaba, corrí a buscarlo por toda la casa y le pregunté a mamá a dónde había ido y respondió "tu padre se lo llevó a dar un paseo por la pradera cercana" al terminar la oración le dije rápido que me llevara a ver a mi hermano, me subió al auto y nos fuimos a buscarlos.

Al llegar allí vimos el parquecito, pero no había rastro de nadie, ni de mi hermanito... mi mamá y yo nos adentramos pero sólo había monte, vi un lindo perrito, lo acairicié y al levantar mi mirada vi al chico de la feria, hablamos hasta que por fin dijimos nuestros nombres.

-Sarah: hey, amh, mi nombre es Sarah ¿y el tuyo?

-Felipe: ah, sí... soy Felipe, Felipe Monde de Hoja... ¿sa-sabes de donde viene ese apellido?

-Sarah: nop.

-Felipe: soy millonario.

Hubo un silencio, pero después el perro comenzó a ladrar y nos separamos las manos (ha! si, teníamos las manos juntas)

Seguimos al perro y estaba siguiendo un rastro de sangre, nos preocupamos y yo lo primero que pensé era en mi angelito.

Después de tanto caminar, y de adentrarnos a el bosque como tal, vimos una cabaña a lo lejos y Felipe y yo corrimos dejando a mama atrás. Entramos y no había nadie. Comencé a gritar "¡JOEL, JOEL!" estaba abandonada y sucia, de pronto mi madre comienza a gritar, Felipe y yo salimos y no vemos a nadie, volvemos a entrar y le digo que no se separe de mi. En ese momento pensé que eran asesinos que raptaron a Rico y a Joel.

-Sarah: investiguemos la casa...

Había un sótano, pero no hayabamos la forma de pasar por allí, así que descansamos, ya era muy tarde, quedamos en que uno dormiría mientras el otro hace guardia, y que cada 3 horas nos despertaramos para hacer guardia.

#LaSometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora