Capítulo 7 "¿Amor?"

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Celebrando mis 19 años. Ya estoy en la Univercidad y mis padres me compraron una casa para vivir sola. Les agradecí, pero no quería vivir sin mi hermano Joel, así que decidieron que la casa estaría a nombre mío pero que podía vivir con mi hermanito.

Muchas veces Felipe y yo nos seguíamos encontrando en la cabaña. Yo seguía siendo sometida por él, es que lo amaba.

Un día, salgo de la Univercidad y voy a la cafetería de al lado. Había un chico guapísimo, y admito que mi mirada fue directa hacia él y no le despegué la vista hasta que volteó a verme, bajé la mirada y tomé mi café.

-(?): hola ¿cómo te llamas? ¿puedo sentarme?

-Sarah: s-sí... ahm, Sarah.

-(?): ¿ahm Sarah? Bonito nombre- lo dijo sarcásticamente- jajaja.

-Sarah: JA. JA. JA.- sinceramente no me cayó muy bien su comentario.

-(?): oye, disculpa. Toma, cuando quieras o te sientas sola puedes llamarme.- me dió una tarjeta donde salía su nombre y su número telefónico (Alexander Inojosa)

-Sarah: ¿eres un prostituto?

-Alexander: ¡¿QUÉ?! jajaja no. Es una tarjetica del trabajo, soy abogado.

-Sarah: ah, ok. Disculpa.

-Alexander: tranquila. Ya los dos nos hemos disculpado hoy. Qué raro.
¿eres nueva por aquí?

-Sarah: soy nueva en la Universidad de al lado.

-Alexander: ah, ya. Yo estudio en otra Uni., pero todos los días vengo a ésta cafetería, y a la misma hora, porque vivo cerca.

-Sarah: ¿vives cerca? Genial. Digo porque puedes venir siempre... a tomar... café.

-Alexander: ajá...- iba a decír algo más pero le interrumpí. Definitivamente me gustaba hablar con él.

-Sarah: ¿te gustan los animales? ¿cuál es tu favorito?

-Alexander: eres muy tierna, pero debo irme. Me gustó hablar contigo.
Agarró su sueter, me sonrió, puso dinero en la mesa y me dijo "yo pago el café", se dió la vuelta y se fue sin mirar atrás.

Me quedé sin habla, en *shock* ...
Sabía que él esperaría mi llamada pero no lo haré, no lo llamaré ni nada.
Me fui a casa, le conté a mi hermano y me puse a estudiar.

A las 6pm recibo una llamada de mi novio: Felipe "¿cómo estás cariño? ¿nos encontramos en la cabaña hoy?"
Le respondí que sí, porque si me negaba de todas formas vendría y me buscaría a la fuerza. Me vestí sexy y me monté en mi auto.

Al llegar a la cabaña, Felipe comenzó a acariciarme, y de inmediato, lentamente me vendó los ojos con un pañuelo, suave me besó, y me besó; pero como tenía mis ojos tapados, la única imagen que se reflejaba en mis ojos era a ese tal Alexander, me imaginé que lo besaba a él y rápido entré en calor (lo que no era usual porque ya Felipe me estaba dando un poco de asco)

-Felipe: que rápido te mojaste, preciosa.

Me quité la venda de los ojos y le dije que no quería hacerlo, salí de la cabaña corriendo, me subí a mi auto y arranqué. Era la primera vez que me le escapaba de esa manera así que tuve miedo, ya que todo ser humano que me conozca sabe que mi debilidad es el amor, y a la única persona en este mundo que AMO es a Joel. Sabía que debía ir a mi casa lo más rápido posible y cuidar de Joel, aunque él ya se comportaba más maduro, no quería dejarlo solo.

Llegué a casa y tomé un respiro al verlo cocinando. Me lancé al sofá y allí me quedé. No estaba de lo más relajada ya que sabía que Felipe se vengaría.

A la mañana siguiente, antes de marcharme a la Uni., le digo a Joel que se cuide y que no dejara pasar a nadie, ni si quiera a la familia, que no preguntara nada y que lo amaba.

Al salir de la Uni., fui de inmediato a la cafetería del otro día a la misma hora. Compré café y me senté junto a la ventana esperando a que llegara el chico.

Esperé poco cuando de repente se sienta y de inmediato comenzamos a charlar...
Esta vez le pregunté de todo, lo quise conocer a la perfección, ya que no quería llevarme otra decepción.

Me fui a la casa, y al abrir la puerta me encuentro con Felipe.
-Sarah: ¿dónde está mi hermano?
Le pregunté con voz tranquila y calmada.

-Felipe: si quieres saberlo, ven a la cabaña, hoy a las 6pm.

-Sarah: ¡¡QUE NO!! ¡¿DIME DÓNDE ESTÁ MI HERMANO?! ¡¡YA!!

-Felipe: me voy, te espero allá, sé puntual.

Se fue sin más, y me preparé, guardé un cuchillo en mi bota y spray venenoso (para ratas) en mi chaqueta.
A la hora de irme, salí corriendo, y literalmentente llegué a la cabaña a las 6:00pm.

●NOTA: se supone que el de la foto es Alexander con 22 años de edad. Jajaja *-*

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