Capitulo 6

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Recomendación: Complicated-Avril Lavigne

Después de escribir una nota en una servilleta, le pedí al encargado que se la entregara a mi cita. Era una breve explicación, una que esperaba pareciera inocente y tímida (para complacer a la sensibilidad de Giselle). Cité "problemas femeninos" y me disculpé por haberlo dejado tan abruptamente. Sin embargo, tuve el presentimiento de que los problemas de chicas no lo asustarían. Ahí había una razón por la que hombres como él estaban solteros, después de todo. Era debido a que eran despistados.

Todos los pensamientos coherentes huyeron de mi mente tan pronto como entré en la oficina y vi a Lauren de pie en una casual chaqueta gris, con las manos metidas en los bolsillos. Se volvió y me dio esa sonrisa sensual, lenta, y mi cerebro quedó casi frito ante la vista de ella.

Maravillosa. Nunca me cansaría de mirar a la mujer.

Su sonrisa se atenuó y sus fosas nasales se encendieron cuando me acerqué.

-¿Perfume? -Luego, sus ojos recorrieron mi cabello. -Te ves... bien.

Ahí había una profunda aprobación para una chica. Ahí estaba yo con mi cabello y maquillaje realizado profesionalmente, y ella me miraba como si yo hubiera sido una alienígena. Simplemente sonreí y me moví en mis dolorosos pero lindos tacones.

-Es bueno volver a verte -dije, entonces inmediatamente me sentí como un idiota. Había pasado sólo medio día desde que la había visto por última vez.

-¿Nos vamos? -Me dio otra sonrisa amable, pero no tenía esa curva sexy que recordaba. ¿Estaba algo mal? Me trató como si yo hubiera sido una extraña. Podría haber estado bien con ese hecho una vez, pero después de soñar despierta con acurrucarme junto a ella en la cama otra vez (sin aliento, con sueños calientes haciendo débiles mis piernas), me molestaba verla mirarme así.

Me miró.

-¿Tienes hambre? Podemos ir por unos tragos si lo prefieres.

Pero ella se había tomado la molestia de hacer una reservación, y no quería darle una oportunidad más para que se irritara conmigo. Así que le di una brillante sonrisa a cambio.

-La cena está bien. Me encanta la italiana. -Es una pena que acabara de comerla. Dos veces.

Lo que siguió fue con facilidad la cita más torpe que jamás había tenido, lo cual estaba diciendo algo. Traté de comer como si me estuviera divirtiendo, pero mi estómago ya estaba lleno por las comidas anteriores y lo que estaba en mi estómago era un revoltijo.

Lauren se quedó en silencio mientras comía metódicamente. Ella tenía buenos modales, por lo menos. Utilizó un cuchillo, hizo uso de la servilleta, y era amable con el camarero. Era a mí a la que ignoraba.

Me comí unos cuantos bocados, entonces no pude soportarlo más: la comida o el silencio.

-¿Qué es?

Un destello de emoción cruzó su rostro y fue ocultado con la misma rapidez. Dejó el tenedor.

-Eso depende. ¿No quieres estar aquí conmigo?

-Estoy cansada -admití. -Tuve un largo día de trabajo. -Las dos citas anteriores se habían sentido definitivamente como un trabajo. Tuve que sonreír, ser amable y actuar interesada, estar "atenta" todo el tiempo. Agarré mi copa de vino. -¿Cómo estuvo tu día?

-Fue un infierno.

Me atraganté con el chardonnay.

-Yo... lo siento. ¿Pasa algo malo?

Se pasó una mano por la cara.

-Todo. Nada. Lo siento. Sólo estoy... no vamos a hacerlo esta noche, ¿de acuerdo? -Lauren dobló la servilleta y la colocó sobre la mesa.

Puma (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora