Reflexiones Poetico / Filosoficas ( Publicado En Amazon Kindle )

los edificios guardan el grito lóbrego

Los rascacielos son los huesos del silencio, 
el aullido sordo de una metrópolis que se desmorona en su propia soledad, 
las estructuras levantan el peso del sufrimiento, el murmullo ciego del tiempo que se desvanece, 
en el crepúsculo, cuando las sombras se alargan como memorias vacías de amores rotos, 
veo tu rostro esculpido en las grietas del cielo, una obsesión inmutable, 
una presencia que perfora mi mente, única, inevitable, 
como una tormenta interna que nunca cesa, la lluvia se precipita, 
las montañas jadean, las nubes se desintegran en fragmentos de tristeza, 
el viento distante, susurra como un amante olvidado, 
arrastrando promesas marchitas, deseos que se disuelven en el aire, 
sin ritmo, sin orden, sólo el caos de lo humano, 
quiero cancelar mi suscripción a la vida, ya no la quiero, 
sigo siendo esa visión pasajera, un espectro entre margaritas, 
nadie acude al funeral de lo inexistente, de lo que nunca llegó a ser, 
flor de muerto, amarillas, como el sol que se apaga, 
allí caeré, entre las cenizas del día, 
mis gafas oscuras, un velo, una farsa, 
esconden el crimen de mi desesperación, 
el deseo ardiente de romper con lo que me encadena, 
pero, ¿qué sentido tiene la venganza en un mundo sin retorno? 
en las escaleras de Altia, las huellas de lo perdido se impregnan de significado, 
los lamentos de noches pasadas son parte del edificio, se adhieren como pintura, 
el amor barato, sucio, el amor que oculta verdades, 
ese grito que tanto me gusta, 
ese grito que es la vida misma, 
en su forma más cruda, más real, más nuestra.