Reflexiones Poetico / Filosoficas ( Publicado En Amazon Kindle )

La espuma del mar

A veces, la espuma del mar se queda quieta sobre la arena, 
como un suspiro cósmico detenido, un eco de la eternidad, 
y se funde, se disuelve en la arena caliente, 
la arena la recibe como un amante cansado, 
el azul profundo del océano se entrelaza con el bullicio salvaje del hombre, 
esa ansiosa multitud que ríe y grita, 
perdida en el juego sin fin de la vida y la muerte, 
la danza frenética de las olas golpeando la orilla, 
un latido ancestral que resuena en el pecho del universo. 

Sonrío, sí, porque es lo que se espera, 
cuando la humanidad se encuentra en su fiesta sin sentido, 
y yo, un actor en esta tragedia cómica, 
me encuentro riendo también, sin saber por qué, 
tal vez porque es más fácil reír que llorar, 
porque es más fácil ocultar el vacío con una máscara de alegría, 
un intento desesperado de olvidar la angustia 
que se esconde bajo cada grano de arena, 
en cada gota de agua que el océano regala. 

Los cocos caen, estruendosos, como bombas de fuego, 
golpeando la arena con la fuerza de mil soles, 
y en cada impacto, la muerte asoma su rostro, 
recordándonos que la vida es un juego peligroso, 
una danza sobre el filo de la navaja, 
donde la diversión es un disfraz, 
un velo que oculta la verdad cruda de nuestra existencia, 
el humo del cigarro se eleva, serpenteante, hacia el cielo, 
y me lleva al mar, me arrastra hacia el abismo azul, 
donde quiero perderme, 
como Plotino soñaba, 
una gota en el vasto océano, 
una chispa en la gran fogata del cosmos. 

Quiero ser la espuma, la espuma que se disuelve, 
que se funde con la arena, 
que se olvida del ruido, de la risa, de la muerte, 
y se convierte en parte del todo, 
en una danza eterna con el universo, 
donde el hombre ya no existe, 
donde solo queda el ser, 
la paz infinita del océano abrazando la orilla, 
en un susurro eterno, 
en un abrazo que nunca termina.