Sol gélido

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Morando sobre el gris envoltorio de esta existencia maldita,
la angustia augura en mi esqueleto huesos desgarrados,
viéndote atravesar el concreto sólido, espectro sin sustancia,
como si nada, como si la ciudad no tuviera peso,
una presencia espectral, flotando sin propósito en el vacío de esta urbe,
me siento enfermo, me siento roto, la vida es un engranaje oxidado,
enrojecimiento perpetuo en atardeceres que sangran,
agarrando con uñas rotas lo que algún día fue,
llorando en el espejo de mi narcisismo,
viendo cómo la batalla me desgarra,
dejándome en fragmentos, abandonándome al frío del olvido,
no hay escape del sol gélido que quema sin fuego,
confirmación eterna del sufrimiento individual,
eco del pesar colectivo que se arrastra en las calles vacías.
No te angusties, te digo, que tu angustia es contagiosa,
y ya llevo en mis pupilas la pintura de la desesperación,
casi permanente, casi tatuada en mi visión,
haciéndome soñar despierto en el insomnio de la mente rota,
viviendo la pesadilla, noche tras noche, día tras día,
despertando en el sudor frío de la madrugada,
escuchando a la muerte cantando su melodía burlona,
robando lo que le pertenece,
tomando, arrancando, llevándose el aliento,
y yo, atrapado en esta danza espectral,
muerdo el aire en busca de una salida,
pero solo encuentro el eco de mi propio grito,
disolviéndose en la sombra del alba.

Reflexiones Poetico / Filosoficas ( Publicado En Amazon Kindle )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora