Hagamos un trato ©

Capítulo 6

N/A: Cuando vean ** pongan la canción que les dejo en multimedia...disfruten el cap.

Hudson POV

Escuché que la puerta del consultorio se abría y me separé de Mackenzie, ella inmediatamente se puso como un jitomate y yo lo único que pude hacer es no verla a los ojos.

La doctora comenzó a hacer más cosas con Mackenzie, le midió el estómago y le dio más instrucciones, a ninguna de esas cosas le puse atención, seguía pensando en lo que iba a pasar segundos antes de que se abriera la puerta. No sé qué demonios me estaba pasando, supongo que el no haber salido el fin de semana me estaba cobrando factura.

El fin de semana lo pasé con Brad, Annie y Mackenzie, fuimos a cenar y aunque esperaba que la noche fuera algo aburrida me sorprendió el darme cuenta que me divertí bastante; y si digo que pensé que la noche sería aburrida es porque todos los fines de semana salgo de fiesta y particularmente termino con una chica entre mis brazos, así que como no iba a suceder ninguna de esas dos cosas pues imaginé que estaría aburrido.

Tal y como habíamos acordado Mackenzie y yo, cada día de la semana salíamos a algún lado, o simplemente pedíamos comida a domicilio y nos quedábamos viendo la televisión en su departamento. Ya sabía más cosas sobre ella, por ejemplo que odia demasiado que la llame Mack, le gustan los perros, las rosas blancas, no le gusta mucho el chocolate, ama salir a bailar, que se ha vuelto muy amiga de su vecina Katie y además presiento que le gusta el estúpido vecino, ese idiota llamado Jase.

Cuando ella me había dicho que su vecino era guapo y que tenía bonita sonrisa y no sé qué más, yo creía que lo decía para darme celos pero cuando lo conocí supe que esta chica no mentía. Bien, yo sé que suena muy extraño, realmente extraño, que yo siendo un chico reconozca cuando otro chico es guapo, pero vamos, no estoy ciego.

Asimismo, ese idiota mira con unos ojos de borrego enamorado a Mackenzie y lo peor es que ella también lo ve de una manera extraña. Y no piensen mal, no me gusta ella, creo que simplemente estoy siendo cuidadoso con mis hijos, que tal si ese idiota es un criminal y quiere traficar con los órganos de Mackenzie, o se quiere robar a mis hijos cuando nazcan.

-¿O qué tal si quiere enamorar a Mackenzie?- dijo la voz en mi interior, esa maldita voz que a veces odio tanto.

Negué con la cabeza para deshacerme de esa idea, no me importaba si Mackenzie consiguiera novio, es cierto que ya le tengo un poco de afecto pero es sólo porque es una gran chica, cuando estoy con ella me divierto mucho, es loca, sabe ponerme en mi lugar cuando lo necesito, sigue sin soportar la mierda que mi mamá le echa, es un encanto con niños chiquitos y eso último lo descubrí hace una semana cuando fuimos a una cena familiar, obviamente por parte de mi familia, mis tíos y primos querían conocer a la chica que tendrá a mis hijos.

Un primo de unos 5 años estaba haciendo un berrinche porque su mamá, mi tía, no quería darle sandía y por más que mi tía le decía que tenía que irse a dormir mi primo no quería, seguía llorando y pataleando sin cesar; hasta que se acercó Mackenzie y le preguntó qué le pasaba y mi primo en medio de los chillidos le contó lo que pasaba y Mackenzie rápidamente lo tranquilizó y lo mandó a dormir.

Si pudo hacer eso con mi primo que es un berrinchudo de lo peor no sé qué hará cuando tenga a los bebés, será buena madre. Además no hará falta decir que mi tía la amo y le pidió consejos sobre lo que había hecho...al parecer toda mi familia la adora excepto mi mamá.

-¿Nos vamos?- dijo Mackenzie apretándome la mano.

-Oh sí, claro- me levanté de la silla y nos despedimos de la doctora, entendí que tenía cita Mackenzie dentro de un mes.