Capítulo 18

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N/A: Cuando vean ** pongan la canción de multimedia...disfruten el cap.

Hudson POV

¿Alguien tiene un machete que me preste por un día? O al menos alguien dígame cómo hacerle para no querer matar a mi mejor amigo.

Desde que acepté que Mackenzie me gustaba el muy idiota no deja de hacer borlote y Annie no ayuda mucho para callarlo, al contrario, le da más cuerda.

Cada día que pasa me siento más acorralado, a duras penas soporto ver a Mackenzie al lado de ese cara de mono, me imagino que no hace falta decir que cuando los veo besarse o simplemente cuando están abrazados, la bilis sube hasta mi garganta y empiezo a imaginar mil maneras diferentes de matar a Jase. Es como si mi instinto animal se activara y quisiera arrogarme hacia él para ahorcarlo.

He tratado de demostrarle a Mackenzie que si la quiero, que no es una simple actuación, ya no salgo igual que antes a fiestas y si salgo Brad y Annie están conmigo, ella está de testigo que no ando de golfo.

Ahora que veo a las chicas que me coquetean descaradamente, me dan náuseas el ver sus feos intentos para llamar mi atención y más que nada cómo se rebajan a casi desnudarse enfrente de mí; no mentiré al decir que varias chicas son extremadamente calientes pero de ahí no pasa... ya comprendí que no quiero sólo un cuerpo y una cara bonita con la cual divertirme unas horas, también quiero que esa chica tenga un cerebro y sobre todo que lo sepa usar.

Si mi padre me oyera probablemente estaría orgulloso de mí y querría más a Mackenzie, si es posible.

Él está maravillado con Mackenzie y con sus nietos, no para de presumirlos por todo el banco...creo que no hay persona que no sepa que él será abuelo y obviamente que yo seré padre. Además veo que a mi madre ya le empieza a caer bien Mackenzie, me pregunta más seguido por ella y ahora cuando su nombre sale a la luz en alguna conversación ya no hace muecas.

Al parecer desde que se enteró lo que hice logró cambiar su punto de vista y sobre todo el saber que ella no tenía padre.

Por ahora estaba en mi recámara acostado viendo la televisión, hace mucho que no me daba un descanso, o estaba de fiesta o con Mackenzie. Tocaron la puerta de mi habitación.

-¿Puedo pasar?- era mamá.

-Claro- me senté en la cama y segundos después mi mamá hizo lo mismo, estaba enfrente de mí.

-Necesito hacerte una pregunta- por alguna desconocida razón, que en un momento más conocería, se miraba nerviosa.

-Adelante.

-Quizás no sea de mi incumbencia pero, ¿qué pasó con el papá de Mackenzie?

Le conté brevemente todo lo relacionado con el papá de Mackenzie, hasta lo que había sucedido recientemente, ella estaba más que sorprendida.

-¿Te das cuenta que si hubieras seguido mi consejo...hubieras hecho lo mismo que su papá?- asentí, cuando conocí al papá pensé lo mismo.- Me siento muy avergonzada por tratarla mal y por pedirte que no te hicieras cargo- escondió la cara con sus manos.

-Tranquila- dije quitándole cuidadosamente las manos.- Tú no sabías nada, ella lo entiende...es una excelente chica, mamá- mi sonrisa se formó automáticamente al recordarla, era tan tremendamente preciosa.

-Pues sí...y aunque me cueste trabajo decirlo, tú fuiste un bruto por engañarla con esa chica de la limpieza- como era de esperarse, a mi mamá no le gustó nada eso, y eso que Mackenzie y yo no tenemos una relación. Sin embargo para mi mamá eso había sido un engaño.

Hagamos un trato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora