El día siguiente.

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Les fue imposible quitarse las manos de encima, era la forma en que encajaban a la perfección, o la forma en que sus corazones latían desesperadamente o tal vez la forma en que respondían sus cuerpos, como si hubieran estado esperando ansiosamente durante toda la eternidad.

-La mejor noche de mi vida sin duda- se quito de encima para tomarla en brazos para que así se recostara su cabeza en su pecho; El amanecer ya estaba asomándose y ellos estaban tan exhaustos.

-No puedo creer que hayamos hecho esto - comento mientras recuperaba el sentido.

Estaba incrédula ante los acontecimientos, pero que podía haber hecho, ¿que mujer se resistiría a aquel hombre?

-No puedo creer que dije que mataría al tipo que se atreviera a quitarte tu virginidad, ahora tendré que suicidarme -Elly soltó una pequeña risita perezosa a la vez que se acurrucaba bajo sus brazos.

-Sí, eres un tonto- su tono de voz estaba adormilado, él deposito un ultimo beso en su frente listos para iniciar el camino al mundo del sueño.

Eran las 3 de la tarde cuando Daniel sintió que alguien lo zarandeaba.

-Daniel, ¡Despierta!, ¡Daniel! - decía una voz que se hacía cada vez más clara.

- ¿Elly?- abrió un ojo y al confirmar que era ella sonrió y le jalo el brazo que estaba usando para zarandearlo, la tomo y empujó hacia el quedando recostada en la cama a su lado -. ¿cómo amaneciste, mi amor? -. Casi por acto de inercia su mano se dirigió a su cintura, y se percató de que ya estaba vestida.

-No Daniel... -. Sintió la electricidad al instante bajo su mano, se giró en la cama rápidamente para poder librarse de su hechizo erótico que la controlaba, se levanto de la cama y continuo exclamando su preocupación sin darse cuenta que sus palabras se estaban atropellando -. Necesitamos ir a la farmacia, no, no usamos... -. se detuvo y un rubor instantáneo lleno sus mejillas, le daba pena decir la palabra condón, aun ella era demasiado inocente y llena de tabúes; Él se rio y sin muchas ganas se levantó de la cama, fue directo a ella y le beso la frente.

- Tranquilízate, voy a bañarme y vamos -. se dirigía al baño, mientras Elly se sentaba en la cama un poco preocupada y confundida, ¿cómo es que pudo hacer eso con su amigo? , no podía negar que Daniel fuera alguien muy atractivo y galán, y que tuviera una personalidad increíble y que fuera tan sexy... ¡Stop! Elly se dijo a sí misma, regresa al punto, se auto reprendió.

-Ah... y se le llama condón -dijo Daniel detrás de la puerta del baño con una sonrisa.

- Cállate tonto-dijo divertida y le lanzó una almohada que el esquivo cerrando la puerta.

Bueno regresando a sus pensamientos, ¿Esto saldrá bien?, digo él tiene popularidad, fiestas y mujeres, ah- gruño-... mujeres, ¿y si soy una más de su lista? , ¡Y yo que le acabo de entregar mi virginidad!, -se paso una mano nerviosa por el cabello mientras se mordía el labio inferior para evitar una lagrima-. Él tenía todo lo que a ella no le interesaba, ella prefería pasar la noche del viernes escribiendo relatos, pintando en la pared con sus pinceles o quizá con su amiga Jesse, pero una fiesta era algo que no le agradaba, y que mucha gente la conociera le aterrorizaba ya que odiaba admitirlo pero si, le importaba demasiado lo que la gente pensara de ella, por eso siempre usaba suéteres y pantalones un poco hippies según Daniel, para esconder su cuerpo bien proporcionado y que nadie la criticara ,o al menos no su cuerpo, podían criticar su ropa y no importaba, pero si criticaban su cuerpo comenzaría a llorar, estaba segura de ello.

Cuando Daniel termino de arreglarse salió en busca de su dama y la encontró justo cruzando la puerta principal.

- ¿A dónde vas Elly?-pregunto curioso.

Un ¿amor? sin control.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora