DIA 19

315 43 0
                                    

Querido Diario, volví a soñar con ese beso. Volví a soñar con sus manos en mi cadera mientras sus labios mordían los míos bruscamente, soñé la forma posesiva y brusca con la que tomaba y mallugaba mi cuerpo.

No he comido desde que escape, no me han dado nada para comer o beber, debí comprar algo en la maquina expendedora del hotel. Chan no ha venido a verme, seguramente esta molesto y la verdad no me arrepiento de nada, en estos momentos podría entrar y acabar conmigo y no tendría problema.

Lo recordaría como el chico popular inalcanzable que pasaba enfrente de mi mesa todos los días, sonriendo hacia todos sus compañeros y aquellos que lo saludaban, dándome un leve vistazo y siguiendo como si nada.

Querido Diario, me estoy rindiendo, llevo aquí tantos días que no se en que momento de mi vida estoy ahora, se supone que debía volver de mi clase de danza, se supone que era un secreto y que seguramente mis padres estarán furiosos de saber que tome esa clase, seguramente están diciendo que me lo merezco por maricón. Odio esto, nunca me sentí completo, jamás me sentí bien.

Fingir ser algo que simplemente no era, un buen hijo, aquel que se casaría con una buena mujer, aquel que le daría nietos a su madre y padre, debía ser ese hijo, pero no podía, no me gustaban las mujeres, no me gustaban los niños, y no me gustaba la idea de condenarme a servir solo a mi familia.

Ayúdame Diario, dame ese ultimo valor para lanzarme del precipicio y terminar de una vez por todas eso. 

DEAR DIARYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora