DIA 12

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Querido diario. Chan no ha entrado, ha dejado mi comida, pero solo hace eso. Ya no se queda para verificar que enserio estere comiendo, ya no verifica si mi rostro sigue en perfectas condiciones, ya no pasa su palma por mi frente para ver si no tengo fiebre.

Ya no entra y simplemente, debería alegrarme, estoy listo para irme. Físicamente mi cuerpo ya esta mejor, no he tenido fiebre, los golpes que me dio aquel hombre ya no se sienten, el golpe en la cabeza posiblemente me dejo un chichón, pero nada que con un poco de hielo se puede arreglar. Estoy listo para irme, pero no lo hago.

Quiero llamarlo cobardía, quiero decir que es mi miedo lo que me impide salir, pero en realidad es él. Es el hecho de que Chan no me vea, no me extrañe y tampoco este tan desanimado e inconforme como lo estoy ahora.

Tal vez si jamás hubiera sabido quien era, no estaría sintiendo esto, si no hubiera sabido que el que me tiene preso en estas paredes que se volvieron mi mundo, era Chan, tal vez lo odiaría, no pensaría en salir corriendo y huir lejos de aquel monstruo.

Pero extrañamente me siento tan mal, triste y destrozado, siento que en cualquier momento entrara y entonces yo le reclamare y le diré; ¿Qué pasa contigo? ¿Qué se supone que debo hacer? llevo pensando escapar desde hace una semana, pero tu no me dejas hacerlo, tu indiferencia me vuelve preso de esto.

Ya no se que hacer Querido Diario, me estoy volviendo loco. 

DEAR DIARYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora