DIA 17

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Querido Diario, salí de ese lugar. Baje por el árbol y sigilosamente corrí por el bosque, esperando encontrar en algún momento la carretera. Escuche el crujir de una rama y aun así tome el valor de correr. Sentía que mi corazón se saldría del pecho, pero cuando llegue a la carretera unas luces me cegaron.

Era una familia, les explique que huía de unas personas, ellos sin dudarlo me subieron al auto y condujeron como locos, esperando llegar lo más pronto al pueblo mas cercano. La familia se veía tranquila, eran muy amables.

Lastimosamente el neumático se poncho y tuvimos que detenernos en un hotel. Hay una patrulla estatal del pueblo cercano justo fuera de mi habitación, ya avisaron a mi casa que estoy ahí, que pronto me llevarían a la ciudad.

Me sentía tranquilo, tal vez sea hora de dormir y por fin descansar. 

DEAR DIARYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora