Capítulo 3: Palabras y Silencio

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Ángel desvió la mirada, sus ojos normalmente llenos de descaro y confianza ahora mostraban una sombra de duda. El silencio entre ellos se volvió denso, casi tangible, mientras Ángel procesaba lo que acababa de recordar. Un rey del Infierno, una esposa perdida, y él... ¿un simple entretenimiento? Sus pensamientos giraban en un torbellino de emociones y preguntas sin respuesta.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Ángel encontró su voz. Pero cuando habló, su tono estaba desprovisto de su usual sarcasmo y burla; en su lugar, había una vulnerabilidad que rara vez mostraba.

"Lucifer... no me malinterpretes. Estoy... estoy genuinamente agradecido por lo que has hecho, por fijarte en mí de una manera que nadie más lo ha hecho. Pero no soy estúpido. Sé que eres el rey del Infierno, y sé que has perdido algo que yo no puedo entender completamente. Y me doy cuenta de que no te conozco más allá de lo que he visto y de lo que me has mostrado. No quiero ser un sustituto. No quiero ser solo otro juguete en tu colección."

Sus palabras resonaron en el aire, y Ángel continuó antes de que Lucifer pudiera responder, su voz cada vez más firme mientras encontraba el valor de expresar lo que realmente sentía.

"Tal vez soy muchas cosas, pero no quiero ser un segundo plato para alguien que no puede superar su pasado. Y no quiero que esto sea solo otro juego para ti. Quiero saber que si hay algo entre nosotros, es real y no una distracción de tus propios demonios. Porque si solo soy eso, entonces... prefiero quedarme con mi caos y mis problemas. Al menos esos son míos."

Lucifer escuchó en silencio, sin interrumpir, dejando que Ángel expresara todo lo que sentía. Sus ojos no se apartaron de los de Ángel, y en su mirada había algo más allá del interés lúdico que había mostrado antes. Era casi... comprensión, mezclada con una leve tristeza.

"Sí, es cierto," comenzó Lucifer lentamente, "la relación que hemos compartido se ha intensificado. Pero la verdad de la pérdida de Lilith y las sombras de mi pasado siguen pesando sobre mí. La noche había comenzado como cualquier otra, pero para ti, se estaba convirtiendo en una prueba de fuego emocional."

Lucifer hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. "Lilith... fue una parte crucial de mi vida. Su desaparición dejó un vacío que no puedo llenar. La razón por la que te involucré en este juego no fue solo para pasar el tiempo. En ti vi una oportunidad para algo más, una forma de escapar de este ciclo interminable de aburrimiento y dolor. Pero ahora veo que mis expectativas podrían haberse equivocado."

Ángel se quedó en silencio, procesando las palabras de Lucifer. Se dio cuenta de que, a pesar de la atracción que sentía hacia el rey del Infierno, la realidad era mucho más sombría. Lucifer no había superado la pérdida de Lilith, y su interés en Ángel parecía ser una forma de llenar el vacío dejado por su esposa, más que un deseo genuino de conexión.

"Si solo soy un entretenimiento para ti," dijo Ángel con firmeza, "entonces no puedo seguir así. No puedo ser el reemplazo de alguien más, ni un simple juguete para tu dolor."

Con esas palabras, Ángel se alejó de Lucifer, rompiendo el vínculo que había comenzado a formarse entre ellos. La creciente tensión romántica se desvaneció, dejándolo solo en su habitación, enfrentando la realidad de su situación. La decepción y la tristeza se apoderaron de él, y decidió que era el momento de cortar el lazo que lo unía a Lucifer.

 La decepción y la tristeza se apoderaron de él, y decidió que era el momento de cortar el lazo que lo unía a Lucifer

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