XIII (nsfw)

495 57 25
                                    

Contenido sexual.

⎯⎯ㅤㅤִㅤㅤ୨ 👑🪄 ୧ㅤㅤִ  ⎯⎯ ㅤ𝅭ㅤ𝅭

Narra Kenma

Me encontraba totalmente exhausto. Mi día fue un poco difícil, pues Hinata me había tomado por su conejillo de indias y me tuvo todo el día de un lado al otro, lo cual mi débil cuerpo no soportó, pues jamás estuve acostumbrado al movimiento físico.

Para mi fortuna, mi acompañante había notado mi cansancio, por lo cual se ofreció a llevarme cargando en sus hombros, lo cual acepté de forma inmediata, pues sentía que pronto me iba a desmayar.

—No entiendo como puedes estar cansado en todo momento... Es como un superpoder.

—Bueno, de super no tiene nada. —Respondí después de un pequeño bostezo.

Después de eso preferimos caminar en silencio y no tardamos más de 3 minutos en llegar a mi hogar.

—¿Te quedas o estás ocupado?

—Uhm... Supongo que puedo hacer un poco de tiempo para mi gatito. Mi apretada agenda puede esperar. —El alfa me ayudó a sentarme en el sillón y se sentó a mi lado.

—¿Quieres cenar algo? Honestamente yo no tengo demasiada hambre.

—En realidad no. Me gustaría hablar sobre un tema contigo, pero esta bien si estás demasiado cansado para eso.

Mis ojos se abrieron como dos enormes platos y arquee una de mis cejas con curiosidad. Evidentemente sabía a lo que se refería, pues últimamente lo había escuchado secreteandose con las altezas de los otros reinos y los omegas me comentaron algunas cosas.

—No lo estoy, te escucho.

—Perfecto. —Kuroo suspiró y sus hombros se relajaron un poco, como si hubiera esperado todo el día para dejar salir todo su estrés. —Me gustaría que seas mi asistente... ¡Y antes de que digas algo! No es por nuestra relación y todo eso, es solo que creo que eres muy apasionado por tu trabajo y te esfuerzas demasiado, por lo cual me gustaría que trabajes de forma directa para mi y no para el palacio. Así podrías pasar más tiempo con Yaku y tendrías tu habitación en el palacio.

La voz de Kuroo estaba tan acelerada que hasta parecía que el joven creía que en cualquier momento lo iba a interrumpir y lo echaría de mi casa solo por su propuesta.

—Kuroo.

—¡todavía no termino! Te prometo que podré convencerte.

—Esta bien. Acepto el empleo. —Su expresión cambió de forma radical.

—¿Lo dices de verdad? ¿No es una broma?

—Si sigues haciendo preguntas me voy a arrepentir.

—Por favor, no lo hagas. Estuve mucho tiempo intentando pensar en como pedírtelo y... Dios, me alegro tanto de que aceptaras.

—Honestamente ya lo sabía. Los chicos me lo comentaron, ups.

—Tsk, cría cuervos y te sacaran los ojos. —Reí suavemente ante su comentario y me senté entre sus piernas, para luego sumergir mi rostro en su pecho.

Kuroo siempre me pareció una gran almohada en la cual dormir, ya que tenía un par de atributos muy bien distribuidos y que fácilmente podrían hacerse pasar por dos cojines redondos y rellenos.

Las manos de el alfa me sacaron de mis pensamientos, ya que se desplazaron hacia mi trasero y comenzaron a moverse de forma delicada. Era un poco obvio que Kuroo lo hacía en un doble sentido, más no me sentía asqueado con la idea.

Coronas y varitas - KuroKen Omegaverse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora