V

405 76 41
                                    

⎯⎯ㅤㅤִㅤㅤ୨ 👑🪄 ୧ㅤㅤִ  ⎯⎯ ㅤ𝅭ㅤ𝅭

Narra Yaku

Ver a mi hermano lleno de sangre y con un gran golpe en la mejilla no es la mejor escena del mundo.

Al parecer, mi tonto hermano se escapó de otra de las tantas cenas con omegas que organizó mi padre para él y no conforme con eso, pasó la noche en la casa de uno de los empleados del palacio.

Kuroo se negó a decir nombres, pero yo se bien quien es. Es más que obvio que fue Kozume, pues mi hermano por alguna razón confía ciegamente en él (y debo admitir que yo también).

Mi padre lo castigó con un día entero de confinamiento en su habitación y ordenó que no bajará de su dormitorio por nada del mundo, por lo cual, ahora los criados son los encargados de llevarle los alimentos por el resto del día.

Las actitudes de mi padre me deprimen bastante, pero sin duda ya no puedo sentir ni una pizca de decepción por el, pues tengo muy claro el tipo de persona que es mi padre. No es más que otro alfa adicto al poder y a la jerarquía.

Desde qué se negó a hablar conmigo cuando descubrió que era un omega lo supe; el es un hombre sin corazón.

Mi infancia no fue tan mala, pues tuve diferentes niñeras qué atendían mis heridas causadas por mi padre. También tuve el apoyo de mi querida madre, la cual era la única que me trató como un niño, y no como un omega.

Mi hermano fue una gran compañía para mi de igual forma, pero siempre supe que él era un simple gatito que se ocultaba tras la máscara de jaguar. Mi hermano Kuroo siempre fue una persona sumamente frágil, mucho más que yo.

Si bien el tenía un talento nato para la espada, eso no lo hacía mucho más fuerte. Era una simple fachada, pues mi hermano era como una quebradiza rosa llena de espinas.

Yo, por otro lado, prefería las actividades al aire libre, pero fui obligado a aprender sobre temas de "omega" como las fiestas del té, modales y todas esas tonterías. Gracias a todo eso, encontré un refugio en los viejos libros del palacio.

Todo mi interés por los libros se fue a la mierda cuando mi padre se enteró de eso e intentó culparme de brujo, pero para mi fortuna mi hermano lo hizo entrar en razón.

Fui obligado a dejar atrás todos los conocimientos que tenía, pues necesitaba mantener el perfil de él hermano débil que pasaría el resto de sus días encerrado en el palacio, siendo la sombra de Kuroo.

Para mi fortuna, conocí a Lev. Un tonto alfa qué formaba parte de los caballeros reales y que al igual que yo fue obligado a aceptar tal cargo, por lo cual nos entendimos bien. Rápidamente nos enamoramos e incluso me había pedido matrimio hace poco tiempo atrás.

—Alteza, una disculpa por la interrupción, pero estoy algo preocupado por el príncipe Kuroo. —La voz de Kenma se hizo presente en la habitación. En definitiva sus feromonas delataban su preocupación.

—Kenma, sobre eso quiero hablar contigo...

—Dígame alteza, sabe que puede contarme todo lo que guste. De mi boca no saldrá ni una palabra —No pude evitar soltar una carcajada cuando lo vi fingiendo cerrar su boca y tirar la llave. Ese chico si que tenía un humor bastante roto.

—Según palabras de mi propio padre, no le queda mucho tiempo de vida por una enfermedad y... Está intentando cerrar uno de los compromisos que había planeado para Kuroo.

–¿Eso no es ilegal? Digo, Kuroo... ¡El príncipe Kuroo! —Se corrigió de una forma sospechosamente rápida. —Ya es mayor de edad.

—Buen punto, pero estamos hablando de literalmente la autoridad del rey.

Los ánimos de Kenma bajaron mucho más. Parecía como si le estuviera diciendo que el amor de su vida se casaría muy pronto con otra persona (o tal vez era así).

—¿Y no hay nada que puedan hacer al respecto? Digo, para impedir el matrimonio y eso.

—No lo sé. Honestamente dudo mucho que mi padre acepte un no como respuesta. —Suspiré cansado. Todo el asunto de mi hermano era demasiado para mi.

—Ya veo... Trataré de hablar con el Príncipe Kuroo. —El omega hizo una reverencia y se retiró de la habitación, dejándome completamente solo.

⎯⎯ㅤ   ୨ ♡ ୧  ⎯⎯

Narra Kenma

Me dirigí a paso lento hasta la habitación de Kuroo. No sabía exactamente el motivo, pues no podía ofrecerle más que un hombro para su llanto.

Entré después de un par de toques sin respuesta alguna. En definitiva fue una mala idea (o no). Pues me encontré al príncipe semi desnudo con una simple toalla que ocultaba su parte baja.

Por lo visto, se había dado una ducha para calmarse, pues sus feromonas estaban un poco más tranquilas de lo que yo esperaba.

Pase mis ojos desde sus pies, recorriendo la toalla que cubría su marcada entrepierna y subí hasta su bien entrenado abdomen para finalmente terminar en su rostro y pude afirmar mi teoría de que su cabello se vería mucho mejor mojado.

—¿Vas a verme todo el día, Kenma? —La risa del príncipe me saco de mis pensamientos. —Espero que sepas que el desvestir a un príncipe con la mirada es un crimen que debería de ser castigado. Pero para tu fortuna, te quiero, así que te salvas del castigo.

Mi rostro se ruborizó al notar que realmente el otro notó lo que mi sucia mente estaba pensando. Definitivamente no pude ser más obvio.

—Dudo que eso esté en el reglamento real, alteza. —Intenté pronunciar con la mayor tranquilidad posible, a pesar de que por dentro me estaba muriendo de los nervios.

—Entonces yo mismo me encargaré de agregarla a la lista de tradiciones estúpidas de el reino. —Su estúpido comentario me hizo reír un poco. —Creo que ya se a lo que vienes, pero si me disculpas, preferiría hablar con algo que me cubra mis hermosos atributos.

—Pff, por favor póngase algo encima. No podría soportar ver tal crimen de la naturaleza.

El príncipe simplemente negó con diversión y se retiró de la habitación para dirigirse al baño y ponerse algo se ropa.

—¿Entonces? ¿Qué planea hacer? —rompí el silencio mientras me sentaba en el piso e invitaba al otro a hacer lo mismo.

—Honestamente, no tengo ni la menor idea. ¿Pero sabes que si tengo por seguro?

Negué rápidamente mientras lo veía intrigado. Ese hombre era una caja de sorpresas. —No tengo ni la menor de las ideas.

—Quiero salir contigo. ¿Me darías el honor de invitarte a una cita, Kozume? Yo se que las cosas están difíciles en el castillo y todo eso... Pero me gustaría tener la oportunidad de salir contigo y si las cosas se dan, entonces me gustaría proponerte noviazgo, pero eso será más adelante.

Me quede en silencio por unos segundos que seguramente para kuroo fueron eternos.

—¿Una cita?

—Si, quiero una cita contigo, Kenma.

Simplemente dije que si con mi cabeza, pues aun estaba algo atontado por todo eso.

﹋﹋ ୨★୧ '''˚ ੭

Ya se me hizo costumbre actualizar diario y no quería dejarlos sin cap.

Oigan, el capitulo dos existe eh KAKDJFJ.

VOTEN X FAVOR, NO SE LES VA A CAER LA MANOO.

Coronas y varitas - KuroKen Omegaverse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora