XV

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Advertencia: Temas sensibles. Capitulo importante para la trama.

Narra Desdemona "la miserable"

Desde mi nacimiento, mi destino ya estaba escrito en un papel. Mi nombre no significa más que miseria, lo que describe a perfección mi vida.

Fui comprometida a la edad de 6 años y me casé a los 14 con un hombre de 30 años. Recuerdo perfectamente que el día de mi boda llegué tarde, pues me quedé jugando en los columpios junto con otra joven de mi edad.

Durante mi luna de miel perdí mi virginidad y quedé embarazada de mi primer y único hijo biológico. Mi embarazo fue doloroso (pues solo era una niña), pero para mi fortuna, mi dolor se desvaneció cuando nació mi hijo Tetsurou.

El nacimiento de mi primogénito causó un desgarro en mi parte íntima, por lo cual no pude tener más hijos después de eso, cosa la cual agradezco en parte, pues estaba segura de que ese hombre continuaría abusando de mi hasta conseguir más soldados para su ejército.

Siempre intente proteger a Kuroo de cualquier mal. Pero después de todo yo era una simple omega. Jamás podría salvar a mi hijo de las garras de la corona.

Él era el príncipe y nunca podría cambiar eso. Me arrebataron a mi hijo desde antes de que tan siquiera el pudiera pronunciar una sola palabra.

Así que me resigne, creí que jamás podría proteger a un bebé y que yo no servía como madre, por lo cual pasaba mis días en el rincón de mi habitación, llorando en soledad, mientras me lamentaba por ser una terrible esposa y una mala madre.

Las cosas empeoraron cuando Kuroo cumplió cuatro años, pues una misteriosa mujer apareció en la puerta del palacio con la cara completamente pálida y un bulto entre sus brazos. Antes de que los guardias intentarán correrla, decidí darle el beneficio de la duda y le pregunté que hacía ahí.

Lo único que salió de sus labios fue un "No lo quiero más. Dile a tu estúpido esposo que se haga cargo de él y que use un condón a la próxima que decida engañarte."

Mis ojos se abrieron como platos mientras la mujer arrojaba la manta qué estaba entre sus brazos a los míos. Debido al brusco movimiento, un llanto se hizo presente en el interior de la manta.

Con delicadeza quité el trapo de la cara de él bebé y... En efecto. Era la misma cara que la de aquel hombre. Tenía exactamente los mismos ojos y el color de su cabello era idéntico al de él.

No solté ni una sola lagrima. Me quede completamente quieta y en un abrumador silencio. Realmente no esperaba nada de aquel tipo y aún así me decepcionó.

Después de eso le pregunté a mi esposo sobre el bebé, pero solo recibí una cachetada acompañada con un "mañana mismo me encargaré de que ese bebé termine muerto" de respuesta. Quede completamente horrorizada en respuesta y comencé a rogar para quedarme con el bebé.

A pesar de todo, no podía ser tan cruel como para permitir que un pobre bebé muriera por culpa de los errores de mi marido. Él no fue el culpable por ninguna de las acciones de sus padres.

Debido a que el chico no tenía un nombre propio, decidí llamarlo "Yaku" qué significa desgracia. Tal vez fue muy cruel de mi parte ponerle aquel nombre a un pobre niño, pero en el fondo para mi realmente era una desgracia, la mejor desgracia que me pudo pasar.

El rumor se expandió rápidamente por el pueblo, pero me aseguré de que mi hijo recibiera todo el respeto que yo no tuve. Me humille a mi misma para que el pequeño Yaku no se viera perjudicado por la crueldad de la gente.

Pasé el resto de mis años cuidando a Yaku como no pude hacerlo con Tetsurou, porque en el fondo, aún me sentía culpable por no poder proteger a mi hijo biológico. Mi hijo omega rápidamente se volvió mi adoración y motivo de existir.

También descubrí algo en común con mi pequeño... La magía. La razón por la que su madre no deseaba quedarse con Yaku era porque tarde o temprano el pequeño la delataria como una bruja, pues solo otra bruja puede tener un hijo con magia.

En secreto, comencé a enseñarle a mi hijo algunos simples hechizos de protección, pues deseaba prepararlo para el mundo exterior. Le enseñé todo lo opuesto a lo que mis padres algún día me inculcaron.

Le hable sobre el amor propio, a pesar de que yo no me amaba. También le hablé sobre la libertad que el tenía, a pesar de que yo siempre fui sumisa... Simplemente intente que él no terminará igual que yo.

Siempre di todo por mis hijos. Renuncie a mi propia vida por mi familia y me arruine por completo solo para salvarlos a ellos.

Por eso mismo me encontraba haciendo eso. Sabía bien que si alguien me atrapaba haciéndolo, podría terminar en la hoguera, pero nada de eso importaba... Después de todo no tenía muchos más motivos para vivir.

Preparé el té de mi esposo de la misma forma que siempre. Herví las hojas de la misma forma que siempre, agregue un poco de azúcar como lo hacía con regularidad y finalmente le canté una dulce tonada al té, casi como un silbido.

Mi hechizo poco a poco estaba dando frutos. Realmente el rey estaba muriendo de una lenta y dolorosa forma, y lo mejor de todo es que jamás se cuestionaba qué yo fuera la culpable de sus males, pues a simple vista parecía la misma enfermedad que había padecido su abuelo.

Y lo era, realmente lo era. Las brujas siempre estuvimos ahí... Muchos podrían pensar que nos encontrábamos en las sombras, pero nunca fue así. Siempre estuvimos a simple vista y en todos lados.

Es increíble pensar que la mujer que dormía a tu lado, tu propia madre, tu hija, tu abuela o el chico que limpiaba tus pisos podían ser brujos. Nosotros tenemos ojos en cada rincón del mundo.

Incluso el omega que era asistente de Kuroo era un brujo. No fue complicado notarlo, ya que el joven tenía unos grandes ojos gatunos qué solo un verdadero brujo podría identificar. Era bastante obvio que el provenía de la aldea qué fue quemada un año atrás de su solicitud de empleo, aunque jamás pude descifrar porque no busco trabajo antes.

Esa era una de las razones por las cuales estaba causando la muerte de él rey. Quería un reino donde Yaku pudiera vivir en libertad , y sabía bien que ese joven y Tetsurou se encargarían de garantizar una buena vida a todas las brujas.

La misma que para mi desgracia, jamás podría disfrutar.

﹋﹋ ୨★୧ '''˚ ੭

HOLAA, CUANTO TIEMPO.

Disculpen la falta de actualización, estaba hospitalizado, JAJAJAJ . Pero ya volvimos.

¿Se esperaban que Yaku fuera un brujo? ¿Y que la mamá de Kuroo tmb?

Honestamente la idea original era que el abuelo de Kuroo envenenara a él padre de Tetsurou, pero al volver a leer la obra me di cuenta de que no agregue ese detalle, por lo cual improvise un poco.

Un dato curioso es que la madre de Kuroo tuvo un amorío lesbico con una alfa, pero tal vez sea algo que no agregue por tema de que no me gusta adentrarme en el lore de los ocs, solo que esto es importante para el desarrollo de Yaku y Kuroo.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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Coronas y varitas - KuroKen Omegaverse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora