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Después de pasar por un difícil divorcio que te dejo en la banca rota y comenzando desde 0, trabajando de camionera para una empresa bastante cuestionable, tu vida se volvió muy difícil.
Pero no todo es tan malo, t...
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Todo los presentes en la capilla palidecieron de espanto, hubo uno que otro grito mudo de parte de las chicas y se quedaron de piedra al ver el cuerpo de la reina retorciéndose dentro del ataúd de cristal.... O mejor dicho ¡Tu te estas retorciendo y ahogando dentro del ataúd de cristal! Pero quien salió del espanto y actuó con rapidez fue el cazador, apareciendo con agilidad y golpeando el pecho de la reina con mucha fuerza y como si hubiera dado una descarga eléctrica, Vil estaba por gritarle, pero la acción hizo que una bola carnosa de color negro-marrón y de olor a podredumbre saliera de la garganta de la reina, haciendo que volviera a respirar.
-E.. Está viva... ¡¡_____ ESTÁS VIVA!!- Reaccionó al fin Vil entre sorprendido, asustado, alarmado, pero por sobre todo aliviado, no dudo en tirar por completo la tapa del ataúd, sin importarle que se hiciera mil añicos contra el suelo, te ayudo sentare y palmeo tu espalda espalda para que pudieras respirar mejor -¡Tranquila _____, tranquila, solo respira!- Exclamó sonriendo de felicidad, el cielo escuchó su ruego y trajeron de regreso a su hijo y a ti junto a él de nuevo.
-Aah.. Aaah... ¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHH!!- Gritaste tan fuerte que el alarido inundó el salón fúnebre -¡¡NOOOOOOOO!! ¡¡NO QUIERO CAEER NI ARDEEEERR!! ¡¡NO QUIERO CAER EN EL ABISMO!! ¡¡QUEMAAAAAA!! ¡¡AYUDAAAAAA!! ... ¡¡AAAAH!!.. ¡¡AAAH!!- Gritaste aterrorizada recordando tus últimos momentos respirando en tu vida anterior, llorando tu corazón del terror absoluto.
Estabas tan alterada que tu cuerpo temblaba como si estuviera por convulsionar del espanto, aun no parecía que estuvieras aquí del todo entre los invitados del lugar, y tu esposo te abrazo con fuerza sosteniéndote y agarrándote para calmarte, tú sólo podías aferrarte a él, tanto que le encajaste tus uñas, incluso tus huesos de la mano quemada en sus ropajes y piel. Te encontrabas buscando algo que te sostuviera a la realidad y no a esa imagen aterradora del abismo infinito al cual caíste en tus momentos de vida y el fuego rodeándote de los pies a la cabeza.
-Aquí estoy ____ ... no te dejaré caer... no te dejaré caer... - Susurro el rey acariciando tu espalda y sosteniéndote sin importarle el dolor de tu agarre, era una muestra que estabas viva y eso le bastaba.
-¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!- Se escuchó otro grito femenino en el salón proveniente de una dama de la corte del lugar.
Tanto Vil como Rook se giraron a ver a una de las sirvientas que aguardaban en la capilla a que terminara para limpiar, que está apuntaba con terror a la bola de carne que la reina vómito, esta se había transformado en un gusano grotesco con una boca de miles de dientes y úlceras en el cuerpo, empezó a moverse a una velocidad sobrenatural como si intentara huir, dejando un rastro sanguinolento tras de sí.
-¡¡QUE NO SE ESCAPE, ESA MALDICIÓN!!- Gritó Erick como si reconociera esa cosa que salió de su nuera y que al parecer causó tu supuesta muerte.
Epel fue el primero en actuar incluso empujando algunos pocos nobles quedaron para despedirse y sacando bancas de su camino, se lanzó al suelo para sostener esa cosa entre sus manos, lo había atrapado, pero al momento que su piel tocó esa cosa, fue como si un ácido corrosivo tocará sus manos.
