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Después de pasar por un difícil divorcio que te dejo en la banca rota y comenzando desde 0, trabajando de camionera para una empresa bastante cuestionable, tu vida se volvió muy difícil.
Pero no todo es tan malo, t...
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-¿Aún no despierta?- Dijo una joven hiena mirando dentro de la habitación.
-No.... Ya lleva una semana así... Ruggie, dice que el doctor Ushari, no sabía si volvía a despertar- Dijo otra joven hiena que también se asomaba.
-Pero él se equivocó una vez... Puede volverse a equivocar ¿no?- dijo una tercera hiena con una bandeja con varios biberones.
-Puede... - Dijo la primera hiena separándose del marco algo preocupada por su señora.
-Eso esperamos.... Chane tu fuiste hace unos días con la abuela ¿Y Jashiri? ¿Ella sí despertó?- Preguntó la otra hiena mirando a su hermana-no-hermana.
-Desde hace 3 días.... Lo primero que hizo al despertar fue intentar hablar y buscar al joven gran duque... lo malo es que se quedara muda unos meses mientras la mandíbula se recupera- Dijo la pequeña hiena que tenía los biberones acomodando su gran bandeja -Por suerte el joven príncipe dejó que Kubo me acompaña a ver a su Nana favorita, claro también fue para ver quien la atacó-
-¿Y si lo recuerda?- Dijo la hiena preocupada.
-Por desgracia no, Jashiri, fue atacada por detrás y aunque intentó pelear no logró superar al atacante...- Suspiro junto a sus otras dos hermanas -Pero se alegró mucho al saber que Lady ____, está viva-
-Una buena noticia al menos... Aunque ¿Por qué tanto biberón?- Las tres hienas empezaron a caminar, intentando cambiar de tema para el trago amargo de la mañana.
-Son leches de diferentes tipos.... El joven gran duque es igual de exigente que su padre y no toma ninguna leche que no sea de su agrado...- Dijo la pequeña hiena.
-Y ya intentaste con leche de búfalo shishishi- Dijo una de las dos hienas.
-Se acabooooooo- Dijo quejándose sabiendo que tenía que encontrar un sustituto, siguieron caminando las tres hienas riéndose de la mala suerte de su hermana mayor sin darse cuenta que cierto cachorrito se había ocultado detrás de la maceta y cuando se fueron, gateo a toda velocidad a la habitación de su mamá.
Logrando pasar por la puerta abierta viendo a su ruta, el pequeño león aunque se veía cansado siguió de su travesía y aventura, subió hasta el regazo de mamá, logrando llegar a las sábanas para poder hacer una acción de verdaderos leones salvajes... escalarlas como si fuera un gatito bebé, batallo pero lo logró subir a la cama.
-¡Graaaw!- Rugió contento de su logro, pero su misión aun no acaba, si su madre está tomando la siesta él también la acompañará, gateo hasta el pecho de su mamá y como todo buena fiera que es, se hizo bolita poniendo sus posaderas enfrente de tu cara, acostándose bien contento. Movía su colita contento de sentir el olor de su mamá nuevamente, como extraño ese olor, el pequeño no sabía que su colita estaba golpeando la nariz de su mamá dándole un cosquilleo muy intenso.
-...aa.. A.. ¡Shuuu!- Estornudaste saliendo del sueño que te encontrabas algo mareada y adormilada, miraste esta colita de león que no dejaba de moverse en tu nariz, la seguiste con la mirada topándote con este pañalito de tela y este bebé que también usaba una pijama con patrones coloridos.
