Mazy Morris es una cantante que ha pasado por mucho para lograr lo que es ahora. Tiene una vida perfecta, amigas perfectas y el prometido perfecto: Harry Styles.
Una de sus mayores luchas había sido lograr convencer a las fans de Harry para que la...
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Mazy
Estoy despierta desde la medianoche.
No dormi nada y a pesar de que son las siete de la tarde, sigo en pijama. Decido levantarme y proponerme a hacer algo en la vida.
Ahora que recuerdo, Louis vive aquí, vive cerca de nosotros, tal vez podría ir a visitarlo, el sabe lo que siento, a mi me emparejaron con Harry por contrato y a el lo emparejaron las fans.
Tengo esa buena fe de chica en que lo encontraré en casa. Camino al armario y busco algo para vestirme, tal vez pueda ponerme alguna faldita ajustada el día de hoy.
Entro al baño donde tengo mi maquillaje. Saco de mi cosmetiquera solo un labial, no pienso ponerme mucho pero algo rojo hace que me vea maquillada.
Me pongo el clásico labial rojo, y ahora que recuerdo, Harry siempre dijo que le encantaba besarme cuando lo traía puesto, que era su favorito, que me veía genial con ese.
Pienso en borrarlo de mi boca sin embargo, el ya no está aquí. Tal vez deba acostumbrarme a ponérmelo sin motivo de besar a Harry.
Regreso a mi cama y me siento en la esquina de esta. Tomó el teléfono que se encuentra en la mesita de noche y veo las noticias nuevas. Hace mucho que no las veo. Lo primero que sale son cosas de Harry y yo, vaya novedad. Ver su cara en tan solo imágenes hace que quiera llorar.
Ha pasado tiempo desde que escuche de Harry, bueno, solo días.
Las noticias dicen que no ha subido publicaciones igual que yo por lo que estamos inactivos y podría haber una ruptura.
No se equivocan, son inteligentes, algo admirable y de respetar.
Y que curioso que solo me salen esas noticias. Al parecer nunca pasamos de moda.
Guardo el teléfono en el bolsillo de mi falda y bajo a la cocina. Preparo un café negro y amargo, no soy tanto de tomar esto sin embargo el día de hoy se me ha antojado. Meto una tostada en la tostadora. Pero cuando está lista por alguna razón ya no se me antoja, por lo que a duras penas logro darle una mordida.
El dolor de estómago desapareció por lo que cancele la cita con el doctor. El insistió en que fuera a verlo pero ya no lo vi necesario, tal vez sólo era por haberme malpasado.
Tal vez ir caminando con Louis sea mejor, ya que podré tomar un poco de aire.
El frío aire de la mañana inglesa me recibe cuando abro la puerta de mi casa. El cielo está cubierto de nubes grises, una extensión infinita de tristeza que parece reflejar lo que siento por dentro. Cada paso que doy hacia la casa de Louis es pesado, como si llevara una carga invisible en mis hombros. He pasado tantas horas sumida en pensamientos oscuros, perdida en la desesperación que me causó encontrar ese contrato firmado por Harry.
Louis
Pienso, él siempre ha sido un buen amigo, alguien en quien puedo confiar cuando el mundo se vuelve demasiado oscuro. Necesito hablar con él, desahogarme, encontrar algún consuelo.
