/ ⁄ PERDICION PRESENTA
— — Capitulo diecinueve: El secuestro
Palabras: 1435
Advertencias: Molestia. Miedo. Golpes. Gritos.
Comentarios míos: Aemond, porque no los acompañaste 😰 Disfruten, comenten y voten 😘
Desembarco del Rey
127 d.C
Su estancia en la Fortaleza Roja generó que la Reina Alicent y su padre, Lord Otto, se contuvieran en muchas acciones en contra del reino y, de sus planes para una imposible usurpación. Imposible, porque Gillye convenció a la princesa Heredera Rhaenyra de quedarse de manera permanente en la Fortaleza, para cuidar de su enfermo padre que estaba en sus últimos meses de vida. La princesa acepto y, días después, llegaron barcos desde Rocadragón con algunas cosas para la familia de la princesa.
Gillye, Aemond y Aegon, habían estado tan felices que por un momento se olvidaron que tenían que fingir no llevarse bien con su hermana mayor para no hacer sospechar a su madre.
Gillye había descubierto que pasar el día con la princesa Helaena y sus hijos, los pequeños príncipes Jaehaerys y Jaehaera, le calmaba de cualquier tensión que sus hombros sintieran. La princesa era alguien tranquila y sus conversaciones rondaban en los chismes, la convivencia con sus hermanos, además de algunos comentarios que eran con respecto a Aemond. La princesa era la más emocionada con ver a su hermano menor comprometido con ella, diciendo que ya quería verlo como un hombre casado.
De tan solo pensar en esa celebración que sería más pronto que tarde, su cabeza giraba en torno a lo que Alicent podría hacer junto a su padre.
—Saldremos a comer al Jardín Real hoy, hermano. Por si quieres acompañarnos —dijo Helaena.
—Tengan cuidado, hoy el sol está un poco fuerte —dijo el joven alto.
Sus manos estaban en los hombros de Gillye, acariciando de manera inconsciente. Se movían hasta su cuello donde con su dedo pulgar dejaba delicados toques, para luego escapar del roce y llegar al borde de sus hombros. La castaña sentía sus vellos erizarse ante tan delicioso toque, a veces acariciaba su espalda de una manera tan lenta que parecía tortuosa para su pobre compostura.
Gillye tenía en cuenta que ya había rumores circulando por la Fortaleza debido al trato de Aemond con ella. Muchos decían que lo estaba manipulando para ponerlo en contra de su familia. Incluso, había quienes decían que ella estaba visitando los aposentos del príncipe Aegon durante las noches ante la falta de la princesa Helaena. La castaña no tenía le menor duda de que quienes inventaban esos rumores, eran la reina, su confidente Larys Strong y su padre, Otto.
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𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 (Aemond Targaryen)
Fanfiction"𝑈𝑛 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠, 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝐻𝑖𝑔𝘩𝑡𝑜𝑤𝑒𝑟" Una mujer con solo su nombre. Una mujer de la calle, escondida entre los murales de su casa para evitar un cruel destino. Hasta que conoció al...