Llevo toda la tarde preparándome. Son las 6 de la tarde y la fiesta empieza a las 8.
Para matar el tiempo, me pongo a leer.
El tiempo se me pasa volando, y sin darme cuenta vienen a avisarme de que ya es la hora de irnos, y por un segundo preferiría quedarme en casa leyendo, pero cierro el libro y agarro mis auriculares. Me los pongo con el volumen a cien con Come As You Are - Nirvana.
Llegamos y el mismo señor de anoche nos recibe.
Nos sentamos debajo de un árbol de cerezo en flor, pongo el móvil e mm silencio y me lo meto en el bolsillo de mis jeans para que nadie me moleste. Mi hermano no espera y se tira de cabeza al agua, haciendo que mi padre le mire y murmure "Tengo un hijo tonto" haciéndonos reír.
— ¡Danna, ven! - lo oigo gritar.
Pongo la mirada en blanco y me quito la ropa, por un segundo observo lo pálida que estoy.
Me tiro al agua, y está congelada.
— Joder, Naru, está helada. - digo castañeando los dientes.
— Lo sé - dice sonriendo - ¡Pero mola un huevo!
Sonrío viendo la ilusión de mi hermano, parece un niño pequeño.
Empezamos a juguetear como siempre, corriendo por todo el jardín y el detrás.
En un momento me canso de correr y me coge, agarrando mi cintura y tirándome al suelo, matándome a cosquillas.
Nos levantamos riéndonos y nos sentamos donde está nuestra familia hablando.
Están hablando sobre estudios.
Noto que me estoy agobiando un poco pensando en los estudios y me voy a andar un poco por detrás del jardín.
Me siento en un pequeño banco a tomar el aire y noto una voz detrás de mí.
— Buenas noches, Danna.
Volteo y veo al chico de ayer, Yohio creo que se llamaba.
— Hola - digo sonriendo, y se sienta a mi lado.
— ¿Qué haces aquí?
— Bueno, tomar el aire... - digo fijando la mirada al suelo - ¿y tú?
— Pues lo mismo, supongo... - fija la mirada al suelo también, y después de unos minutos de silencio vuelve a decir - ¿Y de dónde vienes?
— Francia...
— Aquello es muy bonito.
Asiento con la cabeza.
— ¡Yohio! - noto una voz femenina y el se gira.
— Ah, mi madre... tengo que irme a casa - dice levantándose del banco - Adiós, Danna.
Imito su gesto y me da un abrazo.
Después de un rato sola pensando en mis cosas, creo que será mejor volver.
