Capítulo VI.

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Se trata de temas sensibles como: Abuso a menores de edad, violación, y tortura. 

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Emergió de la oscuridad como una llama que arde con intensidad, su fortaleza es un faro que ilumina el camino, demostrando que incluso en las sombras más profundas, su espíritu es inquebrantable.
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20 de diciembre de 2003, en Tokio, Japón.

En la oscuridad de su habitación, la adolescente de 13 años se revolvía en su cama, con un rubor que iluminaba su rostro como una luna llena. Sus dedos acariciaban suavemente sus labios, recordando el momento mágico en que Sora la había besado. ¡Su primer beso! La emoción de ese instante aún resonaba en su corazón, como el eco de una melodía que no quería desvanecerse.

Un suspiro tras otro, ella exhalaba en un susurro de felicidad, un testimonio de su creciente enamoramiento. Los ojos oscuros de Sora, como la noche estrellada, se reflejaban en su mente, y en su alma con una intensidad que nunca había sentido antes. La pequeña T/N se sentía transportada a un mundo de sueños, donde todo pensamiento era una promesa de amor y todo momento sin él era una espera ansiosa.

A veces, los sueños se convierten en pesadillas que nos recuerdan la fragilidad del ser humano.

La pequeña niña se levantó de golpe, con una emoción que la hacía temblar. Buscaba su celular con ansiedad, pero en su nerviosismo no se dio cuenta de que ya lo tenía en su mano. "¡Dios, soy una tonta!", exclamó a sí misma, riendo con inquietud mientras sus sentimientos ardían con una intensidad que nunca había experimentado antes.

Con dedos temblorosos, marcó el número de su amiga Amy, ansiosa por compartir cada detalle de su reciente encuentro con Sora. La joven latina se sentó en su cama, manteniendo el teléfono en su oído, y comenzó a contarle todo con una voz llena de emoción y un toque de nerviosismo.

—¡Puedes cubrirme! Sabes que mi papá e Iker no me dejan tener novio hasta que cumpla los treinta— explicó, su voz vibrante de emoción. Su padre, un hombre callado, pero bueno, desprendía puro amor, aunque era muy sobre protector con ella. Nunca la había dejado salir con ningún hombre, y siempre que iba a salir, mandaba a su hermano acompañado con sus primos que parecían un ejército. Aun así, ella tenía la corazonada de que Sora era diferente.

—¡Claro que te cubro, T/N!— La voz de Amy se oía emocionada y solidaria—. ¡Todo sea por el amor! ¡Le podemos decir a tus padres que te quedarás a dormir esa noche en mi casa— respondió, ofreciendo una solución que parecía un faro de esperanza en la oscuridad de sus restricciones.

La chica de ojos dorados se sentía un poco avergonzada por la petición que le iba a hacer a su amiga. Ella nunca había solicitado esto porque no lo veía necesario, pero esta vez quería verse bonita para Sora. Con sus manos sudadas y llena de esperanza, habló:

—¿Ami, crees que puedes ayudarme a verme bonita ese día?—preguntó, con inseguridad, pero también de una profunda necesidad de ser hermosa para el chico que la había hecho sentir especial.

Solo era una niña tonta.

Colgó el teléfono, sonriendo para sí misma. Se acercó al espejo y observó a una chica con ojos brillantes, llenos de sueños y esperanzas que se sentía bonita, no solo por su apariencia, sino por la emoción en su alma como una llama ardiente. 

En ese reflejo, vio a una persona dispuesta a arriesgarlo todo por el afecto del chico incorrecto, sin saber que el primer amor también podía ser una fuente de dolor y sufrimiento. 

Ámame║Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora