Daniel Lance
Peoria, Arizona
19 de Agosto de 1939
Era Verano y todavía habíamos viajado mucho por la autopista para llegar a nuestro nuevo hogar en Arizona un pequeño poblado lindo para comenzar una nueva vida en las afueras de la ciudad, Mi nombre es Daniel Lance y tengo 8 años, recuerdo cuando tenia 6 años me gustaba correr en círculos en el patio trasero de mi casa en Chicago, tan solo recordarlo se siente como si hubiese sido ayer, Mi padre -Harland Lance- decía siempre que para ganarse la vida tienes que poner tus intereses sobre los demás y no junto a otros, siempre fue un hombre de intereses independientes, ese mismo día le estaba ayudando a mi padre a bajar las cosas de la mudanza y llevarlas a la casa, cuando de repente escuche una voz aguda como de una niña -retorne la mirada- y en efecto era una niña, parecía tener la misma edad que yo, mi padre también volteo la mirada y se quedo atónito con la inesperada llegada de una pequeña extraña dentro de la mudanza queriendo ayudar sin embargo mi padre evitaba que una niña extraña tocara nuestras cosas y en intento desesperado para deshacerse de esa niña le hizo preguntas indirectas a esa niña -¿Tu mama debe estar preocupada no?, ¿estas sola?, ¿necesitas ayuda?- después de todas esas innumerables preguntas parecía que la niña no entendía las indirectas de mi padre en ese mismo instante mi papa me dijo que fuera a ayudar a mi madre con las comida, después de eso ella comenzó a seguirme al grado de incomodarme mas, queriendo estar siempre pegada a mi hombro en un momento de carrera ella y yo nos tomamos de la mano y se me quedo mirando fijamente hasta que gracias al cielo salio mama -Sara Lance- una vez que vi a mi madre ella dijo -Parece que ya conoces a mi hijo Dani- en un solo un instante me zafe de la mano de esa niña y corrí directamente con mi mama para refugiarme de esa niña.
Pasaron los días desde que llegamos a Arizona era un Domingo 27 de Agosto de 1939
Esa niña pequeña aun seguía molestándome me espiaba y me seguía cada vez que salia a tirar la basura afuera de nuestra casa, incluso una vez me estaba esperando afuera de su casa para acercarse a hablar conmigo, al principio no lo había tomado mal pero después se sintió muy incomodo al grado de que ya no quería sacar la basura y salir en mi bicicleta favorita de esa época.
Me lo dieron en Navidad el año pasado y cuando subí por primera vez a la Bicicleta sentí que era el mas veloz del mundo.
pero no siempre se puede ser el mas veloz del mundo, eso lo descubrí cuando conocí esa niña insoportable por primera vez, espero que no que me toque estar en la misma clase el día de mañana.
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Amor Joven
RomantizmUna historia de amor juvenil que representa la valentía y desesperación de un amor aun no correspondido entre dos jóvenes de secundaria, la historia sera cada vez mas intrigante cuando por fin haya una cercania de los jóvenes enamorados.