Parte 6
Jake y Sophia se encontraban en la cafetería de la academia, un lugar que solían frecuentar después de clases. El aroma del café recién hecho y el murmullo de las conversaciones les rodeaban, creando una atmósfera de calma en contraste con la agitación interna que ambos sentían. Jake removía su bebida con una cucharilla de metal, observando cómo el líquido formaba pequeños remolinos, antes de decidirse a hablar.
—Sophia, hay algo que necesito contarte —dijo, sin levantar la vista—. Hoy tuve una charla con el profesor Aldrich, sobre la Energía Estelar.
Sophia, que estaba jugando distraídamente con la espuma de su capuchino, levantó la mirada al escuchar el nombre del profesor.
—¿Ah, ¿sí? —preguntó, con un interés que intentaba ser genuino, aunque Jake notó una sombra en sus ojos—. ¿Qué te dijo?
Jake tomó aire, organizando sus pensamientos. Era evidente que Sophia no estaba en su mejor momento, pero no podía guardarse lo que había aprendido.
—Me dijo que todo lo que hemos estado haciendo con la Energía Estelar... está mal entendido. No es para pelear, no es para competir... Es para algo mucho más simple. Mejorar nuestra salud, nuestra concentración... cosas básicas.
Sophia frunció el ceño, procesando la información. Parecía algo que cualquier otro día podría haber aceptado fácilmente, pero hoy, algo en ella estaba diferente.
—Eso tiene sentido, Jake —dijo finalmente, aunque su tono no mostraba el entusiasmo que solía tener cuando hablaban de estos temas—. Pero... no sé si eso cambia algo para mí.
Jake levantó la mirada, sorprendido por la apatía en su voz.
—¿Qué quieres decir?
Sophia dejó caer la cucharilla sobre la mesa y suspiró, un suspiro largo y cansado que parecía cargar el peso de los últimos meses.
—Jake... después de lo que pasó en el torneo... no sé si quiero seguir con esto. La Energía Estelar, los entrenamientos... todo.
Jake sintió como si el suelo se moviera bajo sus pies. Sophia, la persona que siempre había estado a su lado, que había compartido sus mismos sueños y aspiraciones, ¿de repente estaba pensando en dejarlo todo?
—¿Dejarlo? ¿Pero por qué? —preguntó, sin poder ocultar la incredulidad en su voz.
Sophia se quedó en silencio por un momento, mirando su taza como si en ella pudiera encontrar las respuestas que le faltaban. Cuando finalmente habló, su voz estaba cargada de una tristeza que Jake no había escuchado antes.
—Jake... cuando entré en ese torneo, creía que tenía una oportunidad. Quería demostrarme a mí misma que podía hacerlo, que no era solo una niña jugando con un poder que no entendía. Pero... cuando me descalificaron por no leer las reglas, por enfocarme tanto en mejorar mi control sobre la Energía Estelar, me di cuenta de lo lejos que estoy de realmente entenderlo. Y no soy la única... Había tantos como yo, creyendo que este poder nos haría especiales, que nos daría algo que no teníamos. Pero al final, solo nos dejó sintiéndonos... vacíos.
Jake no sabía qué decir. Cada palabra de Sophia era como una daga que se clavaba en su corazón, haciéndole ver una realidad que él mismo no había querido enfrentar.
—Sophia... No tienes que ser perfecta, no debes tener todas las respuestas. Esto... todo esto es un proceso, un aprendizaje. Todos cometemos errores.
Sophia sonrió débilmente, aunque sus ojos seguían reflejando una tristeza profunda.
—Lo sé, Jake. Pero no es solo eso. Me di cuenta de que la Energía Estelar no es lo que yo pensaba. No me da lo que estaba buscando. No me hace sentir más fuerte, solo me hace sentir más... perdida. Y no soy la única. Muchos de los que no calificaron se sienten igual. Para nosotros, la Energía Estelar ya no es un camino. Es solo un recordatorio de lo que no somos, de lo que no podemos ser.
Jake sintió que su garganta se cerraba. Nunca había visto a Sophia tan abatida, tan resignada. No sabía cómo ayudarla, cómo hacerla ver que esto no tenía que ser el final.
—Sophia... esto no tiene que ser así. Podemos seguir buscando, podemos encontrar otra manera... No tienes que rendirte.
Ella negó con la cabeza, sus ojos brillando con una determinación triste.
—No es rendirse, Jake. Es aceptar lo que soy. No soy como tú, ni como Raven. No tengo esa chispa, esa fuerza. Y está bien. Solo necesito encontrar mi propio camino, uno que no me haga sentir así.
Jake abrió la boca para protestar, pero las palabras murieron en su garganta. ¿Cómo podía convencerla de algo que él mismo no estaba seguro de entender? La impotencia lo invadió, y por primera vez, sintió que las respuestas que buscaba estaban más lejos de lo que nunca había imaginado.
—Si decides dejarlo... lo entenderé —dijo finalmente, su voz apenas un susurro—. Pero no olvides que no estás sola en esto, Sophia. Yo estaré aquí, pase lo que pase.
Sophia le sonrió, una sonrisa agradecida pero dolorosa.
—Lo sé, Jake. Y eso es lo único que me hace sentir un poco mejor.
La conversación se desvaneció en un silencio pesado. Ambos sabían que habían llegado a un punto de inflexión, uno en el que las decisiones que tomaran a partir de ahora definirían mucho más que sus habilidades con la Energía Estelar. Definirían quiénes eran y quiénes querían ser.
Mientras la tarde avanzaba y la luz del sol se filtraba suavemente a través de las ventanas de la cafetería, Jake no pudo evitar preguntarse si estaba preparado para lo que vendría. Y si, al igual que Sophia, él también estaba luchando por encontrar su verdadero camino en medio de un mundo que parecía cada vez más confuso y oscuro.
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Astral Edge Volumen 1: Conmoción
Fantasía||Capítulo Nuevo Todos los Días|| En el planeta Aetheria, una oscura amenaza está a punto de destruirlo todo. En un último acto de sacrificio, los padres de Jake lo envían a la Tierra para salvarlo de la inminente devastación. Criado en la vibrante...