Parte 2
El interior del club de ocultismo estaba sumido en una oscuridad casi total. Solo la luz tenue de una vela chisporroteante iluminaba las paredes cubiertas de símbolos antiguos y libros polvorientos.
La atmósfera era densa, cargada de una energía inquietante, como si las mismas sombras que se alargaban en el suelo estuvieran vivas, observando. Raven, el único ocupante en ese momento, estaba sentado en el centro de la sala, meditando en silencio.
Los otros miembros del club se habían marchado hacía horas, pero Raven siempre encontraba una razón para quedarse. La soledad tiene algo que aclara la mente, solía pensar. Y en ese lugar, alejado del bullicio de la academia, podía sentir la energía fluyendo, siempre presente, aunque aún indomable.
El leve parpadeo de la vela hizo que Raven abriera los ojos. El aire en la habitación cambió, como si alguien hubiera abierto una puerta invisible a algo... más oscuro. ¿Qué es esto?, pensó, sin moverse.
No había nadie más, lo sabía. Pero la presencia que sentía era innegable. Algo estaba ahí con él, algo que no pertenecía a este plano.
Un frío inusual comenzó a filtrarse por las paredes, y la llama de la vela pareció debilitarse, como si una fuerza invisible estuviera robando la luz.
Raven frunció el ceño, observando la habitación en busca de una explicación, pero lo único que encontró fue el silencio opresivo que ahora lo rodeaba. Intentó ignorar la sensación, pero sus instintos le advertían que algo estaba terriblemente mal.
Y entonces lo sintió: una leve brisa, demasiado fría para estar en una sala cerrada, y un crujido suave detrás de él. Raven se giró bruscamente, pero no había nada. Nada, excepto una sombra en la esquina que no había estado ahí antes.
—¿Quién está ahí? —preguntó con la voz firme, aunque su corazón comenzaba a latir más rápido.
La sombra no respondió. Pero algo en ella parecía moverse, como si se retorciera bajo su propia oscuridad. Entonces, de la penumbra, una figura comenzó a emerger, lenta y deliberadamente.
Primero, la silueta de un hombre alto, elegante, con una postura casi demasiado perfecta. Luego, la luz de la vela parpadeante reveló lo que realmente era: una máscara negra, rota y agrietada, de la que emanaba un resplandor púrpura.
Los ojos detrás de la máscara eran dos pozos de oscuridad, fríos e impenetrables.
Raven contuvo la respiración. No necesitaba preguntar quién era. La presencia lo decía todo.
Zephyr Blackthorn.
El silencio en la sala se hizo aún más pesado, casi palpable. Raven no dijo nada al principio, observando cómo Zephyr se deslizaba lentamente hasta estar de pie justo frente a él.
La calma perturbadora de Zephyr lo envolvía todo, y aunque no había hecho ningún movimiento amenazante, el simple hecho de estar ahí llenaba el ambiente de una tensión insoportable.
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Astral Edge Volumen 1: Conmoción
Fantasia||Capítulo Nuevo Todos los Días|| En el planeta Aetheria, una oscura amenaza está a punto de destruirlo todo. En un último acto de sacrificio, los padres de Jake lo envían a la Tierra para salvarlo de la inminente devastación. Criado en la vibrante...