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Al fin había llegado el día que más estuvo evitando toda la semana, el día que tenía que reunirse con lee jeno.
Ni siquiera sabía que ponerse, no planeaba ir tan arreglado a un lugar en el que no duraría nada su presencia, incluso había quedado con sus padres que lo pasarían a buscar temprano para tener una excusa en irse lo más rápido posible.
A pesar de no tener ganas de ir, últimamente estuvo pensando bastante en lo que le habían dicho los hermanos lee, sobre todo en jeno. Todo lo que había pasado en séptimo grado le traía dolor de cabeza, aunque nunca se puso a pensar en la otra cara de la moneda, nunca pensó en como se debió de sentir jeno por las burlas. Sin dudas el se había llevado la parte más ligera, ya que sus compañeros lo defendían de su supuesto acosador con insultos y golpes.
Quizás en todo ese tiempo el problema siempre fue él por no aceptar sus errores del pasado.

Odiaba a jeno simplemente por no ser quien se disculpó con él por alejarse y cambiar demasiado, cuando en realidad sus motivos eran más que válidos. Jaemin verdaderamente esperaba que al empezar la secundaria jeno olvidaría todo y volvería a ser su amigo, pero obviamente este lo ignoró cuando intentó acercarse. Además, se había puesto mucho más lindo que en primaria, atrayendo a varias personas por eso, provocando que se ganara la fama de andar con todo el colegio, cosa que jaemin detestaba.
Definitivamente odiaba al jeno del presente, quizás era algo de envidia por lucir tan bien, pero quería de vuelta al jeno del pasado.

Estaba pensando demasiado las cosas, su única meta conseguirle novio a renjun y el estaba replanteandose el pedirle perdón a su peor enemigo.

Derrepente un mensaje de hyuck, diciéndo que estaban por salir para allá, lo sacó de su trance, así que terminó por cambiarse antes de que se hiciera tarde y se tomó un uber hacia el shopping.

- ¡al fin llegas! - se quejó cuando este se bajó del auto - me estoy muriendo de hambre.

- hola, ren, yo también te extrañé - lo saludó con su mano mientras se acercaba a los demás - no sabía que ponerme y por eso tardé.

- no hay excusas, yo también me estoy muriendo de hambre - habló el canadiense derrepente.

- vos siempre tenes hambre - se unió jeno a la conversación.

- silencio, los gays no hablan - bromeó mark, empezando a caminar hacia la entrada del lugar.

- si es así ninguno de acá puede hablar, chistoso - rió mientras rodeaba la espalda baja de su novio con uno de sus brazos.

- renjun es el único que tiene derecho de hablar.

- su carcajada fue mucho más escandalosa que la anterior, provocando que algunas personas de su alrededor los miraran - ¿jen, de verdad pensas que renjun es hetero?

- no lo conozco bien, así que asumí que lo era.

- ¿no le ves la cara de gay? Se le nota a kilómetros.

- le dio un fuerte golpe en el brazo para que guarde silencio - nana, cállate.

- basta de discusiones gay, mejor vayamos por algo para comer - los interrumpió el menor de los lee.

- nana me dijo que se pagaba las hamburguesas.

- como si tuviera la suficiente plata como para alimentarlos, ren.

- ni que comieramos mucho - dijo mark.

- si claro, porque comerse 4 hamburguesas en una cena familiar es super normal.

- ¡jeno no me expongas! fue culpa de los nervios que me provocaban tus papás.

- pero si sus papás son buena onda - opinó jaemin.

- no digo que no lo sean, pero esas situaciones me ponen muy nervioso.

- es entendible.

[🌸💫]

Ya era un poco tarde como para almorzar pero los chicos se habían antojado de hamburguesas así que tuvieron que hacer una pequeña parada para pedirlas.

- ponerle mostaza a las papas me parece la cosa más asquerosa del mundo.

- te conozco ren, asi que le pongo mostaza para que no te las comas.

- que malos gustos, con razón te gusta donghyuck - hizo una mueca de asco al ver como llevaba la comida a su boca - ¿por qué tardan tanto en comer? Esperar hace que me agarre hambre otra vez.

- no es nuestra culpa que te hayas devorado tu hamburguesa apenas te sentaste.

- es que no almorcé - se encogió de hombros - yo digo que me compartas un poco, nana.

- ni loco, ya es suficiente con compartirte algunas papas.

- ojalá que te caiga mal la comida.

- si querés podes terminarte la mía, yo ya me llené - derrepente habló jeno.

- pero si ni la tocaste - renjun fijó su vista en la bandeja con comida casi sin tocar del chico.

- es que comí antes de venir y no tengo hambre.

- ¿estás seguro? No quiero que te quedes con hambre.

- ya te dije que no tengo hambre - sonrió levemente y le acercó la bandeja para que pudiera terminar su comida.

- aprende de jeno, jaemin - lo miró mal mientras le pegaba un mordisco a su hamburguesa.

- como vos digas, ya vas a necesitar de mi ayuda en un futuro

- ¿ayuda para que? - preguntó jeno algo curioso.

- no es de tu incumbencia - a jaemin se le escaparon esas palabras, y en respuesta, donghyuck le dio una patada por debajo de la mesa - no es nada importante.

- está bien si no querés decirlo - respondió incómodo, apartando la mirada para cualquier otro lado - ¿después podemos ir a los juegos?

- obvio, cuando terminemos podemos ir a divertirnos un rato - dijo mark.

- los espero entonces.

Todos continuaron comiendo lo que pidieron, y al finalizar fueron hacia la zona de juegos, como lo habían planeado.

Jeno amaba ese lugar por la cantidad de máquinas que tenía. Le encantaban las de peluche aunque supiera que estas fueran una estafa, pero esos peluches eran tan lindos que no podía evitar quererlos a todos.

- ¿no creen que nos vemos un poco ridículos viniendo a estos lugares para niños?

- con tu estatura ren, creo que todos piensan que te traemos a jugar a vos.

- hyuck, ni que fueras un poste.

- por lo menos no parezco un nene de primero de secundaria.

- mejor juguemos - habló jeno, dirigiéndose hacia la caja para poder comprar fichas.

- ¿¡viste esa maquina con peluches de sanrio!? Necesito todos

- no te vuelvas adicto jaemin, intenta no gastarte toda tu plata en ese lugar.

- no prometo nada.

¿era posible enamorarse de un objeto inanimado? Porque desde que jaemin puso un pie dentro de ese lugar no pudo apartar sus ojos de un peluche de cinnamoroll, este tenía un trajecito celeste clarito con unas estrellas en la cabeza, y se veía tan suave y lindo que lo necesitaba sobre su cama para poder abrazarlo mientras dormía.

Sin dudarlo, apenas consiguió sus fichas fue directo hacia esa maquina para intentar conseguirlo, sabía que tardaría bastante pero no se iría de ese lugar hasta conseguirlo.
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Holiss, perdón por tardar un poco en actualizar, estos días estuve bastante atareada con el colegio y por eso me retrase un poco.
Espero que lo hayan disfrutado y mucha gracias por leerlo 💖💖


Malas Decisiones » 𝙣𝙤𝙢𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora