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Al llegar al barrio exclusivo donde se encuentra la vivienda de Jungkook, Jimin continúa su camino hasta estar frente a la casa del pelinegro. Una vez ahí, aparca a un costado de la acera, y del maletero saca los regalos para Bam y el pastel que preparó. Con todo eso en mano avanza hasta llegar a la puerta, el pelirrosa siente sus nervios a flor de piel, pero aún así toca el timbre y espera.

Por otro lado, dentro de la casa de Jungkook, se encuentra la modelo. Ella está tan ensimismada probándose la ropa de su mejor amigo que no oye el sonido del timbre hasta que suena por segunda vez.

—Qué raro, Kook no me dijo que esperaba a alguien —murmura para sí misma.

Pretende volverse a colocar su ropa antes de ir a ver quien es, pero ahora dos golpes en la puerta se lo impiden. Piensa que debe tratarse de algo importante y es por eso que la otra persona se encuentra impaciente. Es así que va a abrir solo con el suéter de Jungkook puesto, y aunque le da un poco de vergüenza por solo tener su ropa interior por debajo, no tiene alternativa.

—¿Sí? —dice la chica al abrir.

Frente a sus ojos se encuentra el famoso Jimin, el chico luce radiante y es mucho más hermoso que en las fotos. Su piel parece de porcelana, cada rasgo de su cara parece haber sido esculpido y su cuerpo definitivamente es un sueño para cualquiera. Ahora entiende mucho mejor a Jungkook.

Para Dahyun es un gusto conocerlo finalmente. Pero en cuanto a Jimin, no sabe cómo interpretar lo que ve. ¿Qué hace la mejor amiga de Jungkook usando su ropa? ¿Acaso sucedió algo más y es por eso que la única prenda que lleva es ese suéter? Parpadea confundido y de pronto se siente mareado. Su corazón no para de latir con fuerza y que su mente comience a sobre pensar sobre lo que está frente a sus ojos, no le ayuda para nada. Fue un tonto por haber venido, era obvio que Jungkook estaba demasiado ocupado y por eso no respondió a ninguno de sus mensajes.

—Yo... lo siento, no debí venir —dice girando sobre sus talones, listo para marcharse.

Dahyun actúa rápido y antes de que el pelirrosa pueda alejarse ella lo detiene tomándolo del brazo.

—No, espera —lo suelta cuando Jimin se vuelve hacia ella—. ¿Tú eres Jimin, verdad? Es un gusto conocerte —sonríe—. Disculpa por esto —se señala a sí misma—. Jungkook salió y no me dijo que vendrías. Yo estaba probándome su ropa, es por eso que estoy así, nada raro lo juro.

Jimin asiente pero no confía en ella, además su mente sigue dando vueltas a la idea de que alguien más podría estar ocupando un lugar. Quedaron el ser exclusivos, ella no tiene porque estar en esta casa y mucho menos vistiendo algo que no le pertenece.

Su pecho duele y en su garganta se ha formado un nudo que no para de crecer, necesita irse lo antes posible.

—Eh... ten esto —le entrega la bolsa que contiene los regalos para el perro—. Dáselo a Bam, yo me tengo que ir.

Dicho eso aprieta su agarre en la caja del pastel y sale disparado hacia su coche. Cuando está dentro, pone la caja en el asiento del costado y arranca el vehículo en dirección a su hogar.

No sabe en qué momento ha sucedido, pero su rostro está mojado por las lágrimas y aunque trata de limpiarse con el dorso de sus manos, es en vano porque no puede parar de llorar.

¿Por qué estoy llorando?

¿Por qué me siento tan estúpido?

Son las preguntas que se hace, él no debería estar actuando así, no cuando sabe que todo esto es temporal. Respira profundo y trata de calmarse, hasta que finalmente el llanto cesa por completo. Bien, solo fue un momento de debilidad, quizás después de esto le cueste mejorar su ánimo, pero está seguro de que mañana volverá a brillar igual que todos los días.

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Después de haber coordinado toda su agenda para el mes, Jungkook vuelve a su casa. Las luces están apagadas así que supone que Dahyun y Bam se encuentran en el jardín. Deja sus cosas en la repisa de la entrada y se dirige hacia el jardín, a medida que avanza siente algo raro en el ambiente y le inquieta, es raro. Al llegar al jardín, ve a la modelo sentada en el piso mientras acaricia a Bam. Ella levanta la vista cuando lo ve entrar, pero su expresión no es la alegre y despreocupada de siempre.

—¿Ocurrió algo? —pregunta el pelinegro.

Dahyun suspira y se muerde el labio con nervios, antes de contestar.

—En tu ausencia, tuviste una visita.

—¿Quién? —Jungkook supone quien puede ser, sobre todo por el mensaje que recibió antes.

—Jimin.

Su corazón da un vuelco. No le contestó el mensaje, por lo tanto creyó que no vendría, pero al parecer Jimin nunca va a dejar de sorprenderlo.

Jungkook estira su cuello en búsqueda del chico, pero en el jardín no está y recuerda que todas las luces estaban apagadas, ¿acaso se fue?

—Debiste llamarme o escribirme, Dubu.

—Lo hice, pero al parecer no te llegó nada.

Jungkook saca su móvil y se percata de que este está en modo avión, cierto, lo puso así para no tener interrupciones durante su reunión. Lo desactiva y entonces encuentra más mensajes de Jimin, donde explica que de todas formas quería ver a Bam y por lo tanto vendría, también encuentra dos llamadas perdidas de Dahyun.

—Hubieras hecho que me esperara.

—No pude, lo intenté, pero dadas las circunstancias yo...

—¿Qué circunstancias? —pregunta confundido.

Dahyun baja la cabeza y cierra los ojos, solo espera que Jungkook no se enoje con ella.

—Es que antes de que él llegara, fui a robar ropa de tu armario y justo cuando me estaba probando uno de tus suéteres, Jimin llegó y tuve que bajar a abrir... Yo... yo solo tenía puesto el suéter y nada más.

—¡¿Qué?! —se quiere morir—. ¡¿Le abriste solo usando mi suéter?!

—Lo siento, Kook —hace un puchero—. Es obvio que Jimin lo malinterpretó y por eso se fue. Solo me dejo eso —señala la bolsa que el pelirrosa le dio—. Dijo que era para Bam.

—Deben ser los juguetes que le compró —murmura—. Mierda —se pasa una mano por el cabello y suspira—. Voy a ir a verlo, quédate más tiempo con Bam.

—Vale.

Jungkook toma las llaves de su coche y sale a toda prisa de su casa. Maneja excediendo el límite de velocidad pero no le importa, siente una fuerte necesidad de explicarle a Jimin qué es lo que ha ocurrido. Tiene miedo, algo que no había sentido hace mucho, y aunque no puede descifrar exactamente a qué le teme, sabe que está relacionado con la ausencia del pelirrosa. Los días que no lo ha visto han sido eternos para él, y si no lo buscó fue para respetar el espacio de Jimin, para que el chico no se sienta presionado a pasar tiempo con él más allá de lo sexual.

¿Pero realmente sigue siendo solo sexual? Jungkook cree que ya no, si solo fuera físico como lo pactaron en un inicio, su corazón no se estrujaría de la forma en que lo está haciendo, no estaría tan ansioso por ver a Jimin y decirle que todo ha sido un malentendido. Jungkook no quiere perderlo, no ahora que finalmente está aceptando que el pelirrosa ocupa un gran lugar en su vida, en su corazón.

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Creo que hemos llegado a la cima de este fic, aún no sé cuantos capítulos va a tener pero creo que estamos por la mitad o al menos cerca.

𝓓𝓔𝓢𝓣𝓘𝓝𝓨 // 𝓚𝓞𝓞𝓚𝓜𝓘𝓝 𝓐𝓤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora