Capítulo IX
RegresoLa brisa fresca del verano golpeaba su rostro acariciándolo con suavidad, sus cabellos alborotado por los vientos dejaban una estela roja tras su paso, como si un atardecer floreciera de ellos, Hans la observaba algo más a la distancia, fascinado por la vista.
En un principio, el principe de las islas del sur había ido hasta Dunbroch por un encargo de sus padres, había cedido sin protesta ante la orden, dispuesto a recuperar su lugar en la familia real, del cual lo habían despojado tiempo atras. Pero una vez llegó a las tierras del clan, supo que la fortuna le había sonreído una vez más.
El reino era próspero, algo anticuado y rustico, pero con bastante potencial por explorar y explotar. Sus hombres era mano de obra fuerte y resistente para trabajar, sus reyes ya estaban envejecidos y débiles, la heredera estaba soltera y en edad para casar, y para mayor remate el reino estaba en búsqueda de un príncipe o líder con el cual emparejar. Podía funcionar.
Pero con los meses las cosas habían cambiado, en su empeño por parecer el ideal se había involucrado algo de más, y ahora estaba unos metros más atrás de la princesa, a la cual la observaba de diferente manera de la que lo hacía antes.
- ¿A dónde me llevas? - preguntó alzando la voz para ser escuchado
Mérida se detuvo algo más adelante esperándolo con una enorme sonrisa en el rostro, agitada y acalorada.
- ¿Qué dijiste? - le preguntó una vez que estuvo más cerca
- ¿Dónde nos dirigimos? - le preguntó dejando escapar una leve risa
- Vamos cerca de una cascada - respondió
- No piensas hacer que escale por ella ¿Verdad? - preguntó algo pálido
- No, tranquilo, sé que no serías capaz - se carcajeo
- ¿Y no me vas a secuestrar? - bromeó, Mérida negó
- Vamos, alcanzarme - le dijo antes de ponerse a cabalgar una vez más
Hans volvió a ponerse en marcha buscando alcanzarla, gracias a esto en pocos minutos ya habían llegado hasta un prado despejado, frente este una cascada bañaba una corriente de agua. Mérida se bajó de Angus sin despegar ojos de la vista, Hans se unió a su lado buscando su mano.
- Iré a poner la manta para el picnic - dijo Mérida alejándose lentamente - muero de hambre - agregó luego mientras se alejaba
- ¿Necesitas ayuda? - preguntó este otro acortando la distancia
- Podrías ayudarme a poner las cosas - le sugirió a lo que él obedeció
- ¿Dónde estuviste estos días? - preguntó sin presión una vez ya estaban sentados
- Fui a Corona, a visitar a Rapunzel - respondió mientras comía - tuvo a su hija hace poco
- Es bueno que mi futura esposa se lleve tan bien con los reyes de otros reinos - le alabó, Mérida lo observó incomoda, aún sin acostumbrarse a la idea - es una buena cualidad
- Bueno, soy encantadora - respondió, recordando quién solía responderle a ella con esas mismas palabras
- ¿Cómo volviste?
- ¿Qué? - preguntó descolocada, sin entender el significado de sus palabras
- ¿Cómo volviste? - repitió nuevamente conservando la calma - te fuiste con Runa, pero ella no está aquí
ESTÁS LEYENDO
El Secreto de los Guardianes : El Encantador de Dragones / SEGUNDA PARTE
FanfictionLos años han pasado desde la última vez en que se enfrentaron a los planes de sombra, Arendelle ya se había recuperado y prosperaba nuevamente, aunque esto estaba cerca de llegar a su fin. Un nuevo mal amenazaba al mundo, una vez más el asombro, esp...