Capítulo 5: Entre la Desesperación y el Fuego

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La fuerza expedicionaria se encontraba frente a la puerta que los conduciría a un nuevo mundo, listos para enfrentar cualquier desafío que les esperara al otro lado. Ante el umbral, Orión, su gran líder, se alzó con una presencia imponente. Su voz, llena de autoridad y determinación, resonó en el aire.

"¡He aquí la entrada al mundo que osó desafiarnos!" comenzó Orión, su tono cargado de fervor. "¡He aquí la entrada al lugar donde viven aquellos primitivos que se atrevieron a levantar sus patéticas armas contra nosotros, aquellos que nos llamaron salvajes sin antes mirarse a sí mismos! Y ahora, hoy, ante mí se encuentran presentes aquellos valientes guerreros que cruzarán esta puerta y aplastarán a esos primitivos en nombre de nuestro grandioso imperio. ¡Así que vayan, mis nobles guerreros, crucen esta puerta y hagan que estos primitivos conozcan el terrible error que fue desafiarnos!"

Ante las palabras de Orión, un rugido de vítores y alabanzas estalló entre sus tropas. La fuerza expedicionaria, inspirada por el discurso de su líder, comenzó a avanzar hacia la puerta con renovado fervor.

El paso a través de la puerta sumió a los soldados en una oscuridad casi total, iluminada únicamente por las luces de sus armaduras y los vehículos. Aunque la puerta era colosal, su interior parecía no tener fin. La expedición avanzó durante lo que estimaron fue una media hora, hasta que, finalmente, la salida comenzó a vislumbrarse en el horizonte.

Los primeros en emerger del umbral fueron los cinco tanques Wraith, seguidos por los quince Ghosts. Detrás de ellos avanzaba toda la infantería, acompañada por el resto de vehículos y naves. Del otro lado de la puerta, se desplegaba una gigantesca llanura verde, perfecta para establecer una imponente ciudadela Covenant.

Mientras la expedición se establecía en la nueva tierra, uno de los diez Kig-Yar francotiradores, utilizando su casco de mejora ocular, divisó a lo lejos un gran grupo de enemigos marchando en su dirección. El Kig-Yar, con la precisión de un cazador, dio aviso inmediato a todos.

"¡Contactos enemigos a la vista! ¡Se aproximan en grandes números!" anunció el francotirador, su voz resonando a través de la red de comunicaciones

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"¡Contactos enemigos a la vista! ¡Se aproximan en grandes números!" anunció el francotirador, su voz resonando a través de la red de comunicaciones.

La advertencia de las fuerzas enemigas hizo que los tres Elites Zealot se pusieran en acción, organizando rápidamente a sus fuerzas. La estrategia para enfrentar la amenaza inminente comenzó a tomar forma mientras la expedición se preparaba para el inevitable enfrentamiento.

Perspectiva del ejercito Saderano

El campamento del ejército Saderano estaba erigido a 3 kilómetros de la puerta, un resguardo estratégico que les ofrecía una buena visibilidad sin estar demasiado cerca. El campamento que los Saderanos habían establecido palpitaba con la actividad constante de preparación y vigilancia. Pero el ambiente en el campamento era tenso y sombrío, pues había pasado ya un día entero desde que el primer grupo de 60,000 soldados cruzó el umbral, sin que ninguno regresara. La falta de información sobre el destino de sus compañeros aumentaba la preocupación entre los líderes.

El Nuevo Guardián: El imperio Forerunner resurgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora