Capítulo 12

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El mayor seguía sentado en el sofá, jugaba con sus dedos la copa de cristal mientras miraba cada detalle de la habitación.

—S-Señor Ford...—se escuchó de nuevo la voz del triángulo azul.

Desde que Bill salió para hablar con sus amigos sobre asuntos de su dimensión, Will no dejó de intentar llamar la atención de su amado, pero este último lo ignoraba aunque comenzaba a fastidiarlo.

—No haga un trato con mi hermano, su poder está limitado, y confiar en alguien tan egoísta como él será una muy mala idea.—habló firme, pero manteniendo su tono suave.

El de canas se levantó, dándole la espalda al demonio. Miró el retrato que estaba arriba de la chimenea, dando un trago a su vino.

—¿Usted sabe por qué el Stanford de esta dimensión odia a mi hermano?—el Gleeful miró de reojo al peliazul, en su mirada se podía ver el enojo creciente que aquel ser le provocaba.

—No me compares con ese, es una falta de respeto para mi persona.

—¡P-Perdón! No es eso, sino que Bill fue el problema.—la mirada molesta del otro se intensificó.

—No voy a escuchar tus chantajes.

—¡No es un chantaje!—se impulsó para flotar, pero la cadena lo tiró de nuevo al suelo—Si, yo le oculté el pasado, pero jamás lo engañe, ni me aproveché de usted.

—¡¿Acaso no lo entiendes?! No puedo volver a confiar en ti, los sentimientos y lealtad que te dí, los tiraste por ambición.

—¡Usted es quien no lo entiende! Soy un demonio bajo contrato, no tengo poder sino tengo un trato con alguien.—su ojo se llenó de lágrimas.

—¡Claro! Y yo soy la Reina de Inglaterra.

—¡Bien! No me crea, pero yo le advertí sobre mi hermano, ya no puedo hacer más por usted.

Hubo un silencio largo, aunque el azul estaba llorando, procuró no hacer ningún ruido.

El Gleeful por su parte estuvo tratando de calmar sus propias dudas, porque era peligroso hacer tratos con una entidad que ni siquiera pertenecia a su dimensión, era muy probable que se estuviera jugando el balance de las líneas temporales.

¿Valdría la pena? Era muy consciente de que estaba tomando decisiones más por impulso que por estrategia, pero ya había llegado a su límite. Vivió tanto tiempo en una mentira, de su propia familia no le sorprendía, pero de Will Cipher, si.

Will fué quien lo entendió, jamás se aprovechó de él y pudo confiar en alguien. Incluso el mismo aprendía a ser una buena persona, claro, dentro de la medida que su naturaleza le permitió.

Stanford Gleeful siempre fue la excepción en muchas cosas, por eso no le importó enamorarse de aquel demonio.

—Will.

—¿Si?—se limpió su ojo con cuidado.

—¿Por qué lo hiciste?

—Es... Complicado, pero le juro que tiene sentido.

Cuando estaba por comenzar a hablar, el triángulo amarillo se hizo presente en la sala.

—Disculpa la demora Reverse Sixer, es complicado estar atendiendo tantos asuntos yo solo.—se acomodó su moño negro.

—Imaginé que eras un ser muy ocupado, no te preocupes.

—¡En fin! Podemos hablar sobre el trato, solo deja que saque a la basura.

Bill dió un chasquido y desapareció a Will del lugar, dejando a medias aquella conversación.

Will apareció en su castillo vacío, en su dimensión propia. No era agradable para él estar ahí, rodeado de recuerdos alegres que le producían melancolía.

Pensó en regresar a Reverse Falls, pero era probable que los gemelos Gleeful lo someterían de nuevo, impidiendo que pueda hacer algo para evitar el trato entre su ex amo y su hermano.

Con su limitado poder, buscó en su mente la dimensión de Gravity Falls, una vez divisó aquella línea temporal, viajó a esta con mucho miedo.

Nice To Meet You [FordWill]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora