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Dedication 

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El ruido ensordecedor del estadio vibraba en mis huesos, el ritmo de la música llenaba cada rincón del lugar. Las luces brillaban intensamente sobre la tarima, donde él estaba parado, guitarra en mano, con esa postura que siempre había admirado. Yo estaba entre el público, un tanto más atrás, pero con la vista fija en su figura. Natanael se preparaba para tocar la siguiente canción, y aunque siempre había visto sus conciertos desde un lugar especial, esa noche era distinta. Se sentía en el aire, en la forma en la que me miraba entre canción y canción. Lo conocía demasiado bien.

—Esta es para alguien muy especial —dijo él al micrófono, y aunque la gente gritaba eufórica, yo sentí que esas palabras eran para mí. Mi corazón latía con fuerza, como si cada latido resonara con el ritmo de la música.

Él me había escrito canciones antes, pero nunca me había dedicado una en pleno concierto, frente a miles de personas. Me llevé una mano al pecho, tratando de calmar los nervios. El silencio que llenó el lugar antes de que comenzara a tocar me hizo contener la respiración.

La guitarra comenzó a sonar suave, una melodía diferente a las que normalmente interpretaba. Había algo íntimo y delicado en la forma en que acariciaba las cuerdas. Y entonces, empezó a cantar.

—"Tú eres mi norte cuando pierdo el rumbo, mi paz en medio del mundo. En tus ojos veo mi destino, en tu risa, mi camino..."

Sentí que el suelo bajo mis pies desaparecía. Sus palabras eran tan sinceras, tan puras. Lo miré, y él me buscaba entre la multitud. Sabía que me estaba cantando a mí, que cada verso estaba destinado a mis oídos, a mi corazón.

—"No hay duda de lo que siento, porque contigo toco el cielo. No necesito nada más, solo tú y este momento..."

El público gritaba y aplaudía, pero en mi mente, todo se volvió un susurro. Mi atención estaba completamente en él, en la forma en que cerraba los ojos cuando cantaba las notas más altas, en cómo sus dedos deslizaban sobre las cuerdas de la guitarra, creando una armonía que me llenaba el alma.

One Shots ; Natanael CanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora