ᴇɪɢʜᴛ

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𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 𝐘 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀

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╰─►La caravana se detuvo bruscamente a mitad del camino, emitiendo un chillido metálico que hizo eco en el silencio inquietante de la carretera. El motor se apagó con un último respiro agonizante, obligando a todos a detenerse. Dale frunció el ceño mientras salía del vehículo, sus dedos arrugados y nerviosos apretando una linterna mientras caminaba hacia la parte delantera del auto.

Malia permanecía al lado de su madre, sintiendo la tensión como un peso sobre sus hombros. Lori la sujetaba de la mano, apretando con una fuerza que reflejaba el miedo de una madre tratando de mantener a su hija cerca. Carl, pequeño y vulnerable, se apoyaba en el estómago de su hermana, sintiendo su calidez y buscando consuelo en el abrazo protector de su hermana mayor.

—Te dije que no llegaríamos muy lejos con esa manguera. Necesitaba la de la furgoneta. — Dijo Dale, su voz cargada de frustración y agotamiento.

—¿Puedes repararla? — Preguntó Rick, su tono lleno de urgencia y preocupación.

Dale se encogió de hombros, su mirada clavada en el motor dañado como si pudiera convencerlo de que funcionara con solo mirarlo.

—Es lo que he estado haciendo hasta ahora. — Su voz temblaba ligeramente—. Es más cinta aislante que manguera. Y no me queda cinta...

El silencio cayó como un manto pesado sobre el grupo. Shane levantó los binoculares, escudriñando la carretera por delante. Sus ojos eran oscuros, inyectados de una mezcla de adrenalina y algo más profundo, una sombra de un hombre que alguna vez fue diferente.

—Veo algo más adelante. — Aviso, su tono más bajo, casi cómo si hablara para sí mismo. — Una gasolinera... con suerte.

Antes de que nadie pudiera responder, Jacqui salió de la caravana con un semblante preocupado, su respiración agitada.

—Jim está muy mal. No sé si va a poder aguantar. — Anunció, con los ojos llenos de pena.

Las palabras golpearon a Malia como un mazazo en el estómago. Recordó el momento en que vieron la mordedura en el cuerpo de Jim, un tatuaje macabro de la inevitable muerte que se cernía sobre todos ellos. Recordó también cuando se enteró de que los Morales habían decidido no seguir con ellos, una despedida sin palabras que se sintió como un adiós definitivo.

—Rick. — La voz de su mejor amigo rompió el silencio. — ¿Quieres quedarte aquí? Yo avanzaré un poco y veré si traigo algo.

Rick asintió lentamente, pero antes de que pudiera responder, T-Dog se ofreció.

—Sí, yo también iré. Te ayudo.

Pero Lia, con un tono firme y una mirada inquebrantable, se interpuso.

—Quédate, yo iré. — Exigió, su voz cortante como un cuchillo.

Sus ojos, sin embargo, se clavaron en Shane, escrutándolo. Sabía que había algo oscuro en él, algo que no podía entender del todo, pero que la llenaba de una inquietud que le helaba el corazón.

—Estén alerta. — Respondió Walsh, su mirada encontrándose con la de Lia. Había un desafío en sus ojos, un juego de poder silencioso. — Volveremos enseguida.

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⏰ Última actualización: Sep 06 ⏰

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ɴᴏ ᴛɪᴍᴇ ᴛᴏ ᴅɪᴇ | 𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora