Capítulo 3: De compras

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Acciones cortas, estados de ánimo → "preparando el almuerzo", "triste"

Pensamientos → (Espero que no se de cuenta)

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Heith se encontraba caminando por la calles de Orario, esta vez le tocaba ir a comprar todos los insumos necesarios para preparar un nuevo lote de pociones experimentales que estaba haciendo.

Ella estaba algo incómoda y con un rostro de pocos amigos ya que algunos aventureros se le quedaban viendo debido a su belleza.

Heith – (Tch, cerdos)

Ella ignoró a estos tipos y continuó avanzando hasta que sintió que una mano se acercaba a ella. Rápidamente volteó y la agarró con firmeza, gracias a que era nivel 4, a su vez que su mirada se oscurecía.

Bell – Ay ay ay, H-Heith-san d-duele

Cuando se dio cuenta de quién era esa voz alzó la cabeza y vio al albino y por ello lo soltó rápido.

Heith – ¿Bell? L-lo siento n-no quería hacer eso

Bell – E-está bien Heith-san, ya se me pasó el doloooooor... au au, mi oreja, Heith-san ahora qué hice

Heith – Eso es por asustarme idiota

El albino solo se sobó su oreja mientras pensaba que tal vez Heith era bipolar.

Heith – Pensaste algo mal de mi ¿no?

Bell – ¡Qué! C-claro que no *nervioso* (¡Qué miedo!)

Heith – *suspirando* Ya qué, ven aquí, déjame aliviar el dolor

Bell – Tranquila Heith-san estoy bi...

Heith – Acércate *seria*

Al ver la seriedad de la chica Bell se acercó sin dudar más y permitió que Heith actúe.

Heith – Listo, ¿te sientes mejor?

Bell – Sí, gracias (aunque tú provocaste esto)

Heith – Y bien, ¿qué haces por acá?

Bell – Venía a comprar algunos ingredientes para el almuerzo de hoy ¿y tú?

Heith – Algunas cosas para mis pociones y a propósito ¿Tú cocinas? 

Bell – Tuve que aprender, mi abuelo no sabía eso, con decirte que una vez quiso hervir agua y se terminó evaporando

La pelirroja casi se atora de la risa cuando escuchó eso.

Heith – Jajajaja, en serio

Bell – Sí jeje, aunque a veces preparo la comida al final la que cocina habitualmente es Haruhime-san y yo le ayudo

Heith – ¿La chica renard?

Bell – Hai, ella cocina muy bien, su comida es deliciosa

Por alguna razón que Heith no entendía, se sintió algo incómoda al ver cómo Bell halagaba a otra chica.

Heith – Veo que la estimas mucho

Bell – Por supuesto, es una gran amiga, la aprecio mucho *sonriendo*

Apenas dijo eso, Heith avanzó sin mirar a Bell.

Bell – ¿Eh? ¿Heith-san? – veía cómo la pelirroja se alejaba de él

Heith – (¿Por qué hui? Debo parecer una niña comportándome así... mejor regreso sino Bell va pensar raro de mí)

Justo cuando Heith volteó el albino la alcanzó.

Danmachi: Pociones de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora