-Rapha, ven, ven, todo esta bien.
El azul se levantó de inmediato a ver a su amigo, quien en cuanto lo tuvo cerca se abalanzó contra él para abrazarlo, rompiendo en llanto de inmediato, dejándole saber a Leo lo que había pasado.
-Y-Y entonces me confesó qué ya se había metido varias veces con April, que no eran sólo besos y ¡Y-Y encima quería que lo perdonara! E-Es un imbécil y yo... Yo también lo soy, nunca me di cuenta, nunca lo creí capaz de eso, pensé que... pensé que me quería.
Leo lo llevó a su cama, haciendo que ambos se sentarán y mirando como Rapha lloraba desconsoladamente.
Leo se sentía un poco cansado de la situación ¿Sería qué aunque lo consolara de nuevo volvería con Casey? Igual que siempre pasa.-Te dije que pasaría, Rapha, te dije que...
-¡D-Deja de decir que me lo dijiste! ¡No soy un idiota yo sólo... Mgth!- Rapha tapó su boca, soltando lágrimas y lágrimas.
-Lo siento, no lo decía con esa intención, no quiero hacerte sentir peor.
-No es eso... Sólo que... Me siento como un estúpido, como un completo idiota... No debí dejarme llevar tanto ¿Qué pasa conmigo? No soy tan débil para dejar que me pase algo así yo... Mierda...- Tapó su rostro para que no se notaran tanto sus lágrimas, a pesar de que Leo lo había visto llorar muchas veces, ahora sentía muchísima vergüenza.
-Pero no lo eres Rapha, no fue tu culpa quererlo tanto, tú no tienes la culpa de esto, no eres idiota, no eres débil sólo... Sólo estabas muy enamorado.
Rapha se recostó en el hombro de Leo, sin dejar de llorar, estuvo así un muy buen rato hasta que decidió hablar de nuevo.
-No puedo creer que fui tan-
-No, ya basta, no lo digas. Casey es el que te puso el cuerno, tú no hiciste nada malo.
Raphael suspiró y soltó un último sollozo, acurrucandose en el cuello de Leo y abrazandolo, se sentía en paz cuando estaba así con él.
Leo correspondió a su abrazo, acariciando su cabeza y dando palmaditas a su caparazón. Pasaron varias horas así, eventualmente acostandose sobre la cama, abrazados y con Rapha acurrucado en el pecho del azul, llorando hasta quedarse sin lágrimas.
-¿Te sientes mejor?
Rapha negó con la cabeza, aferrándose más al mayor.
-¿Necesitas algo? ¿Quieres un vaso de agua o algo así?
-No... Sólo quiero que me abraces.
Leonardo hizo caso, abrazandose a él y esperando a que se durmiera, sin embargo, el rojo no dejaba de llorar, se la pasó casi toda la noche así hasta que Leo decidió hacer algo.
-Rapha, tranquilo, te vas a ahogar en tanto llanto.-Le decía tomando con delicadeza su mejilla para mirarlo, secando sus lágrimas con cuidado, perdiéndose en esos ojitos verdes y brillantes del rojo.-Mereces algo mejor, Rapha, mereces qué te amen con la misma intensidad qué tú amas.
-¿Alguien que me ame como tú?- Le preguntó alzando una ceja.
Leo desvió la mirada, suspirando y soltando al más bajo, mirnadole.
-¿No te gusta esa idea?
-No es por eso... Siento que te he obligado a estar enamorado de mi, porque siempre vengo por tu consuelo, y te muestro el lado vulnerable qué nadie más conoce...
-¿Qué tiene de malo eso? Yo estoy tranquilo de que me tengas esa confianza además no me has obligado a nada, no te amo por eso...-
-¿Me amas porque te hago sentir menos solo?
Leonardo se quedó en silencio unos segundos.
-Y-Yo lo siento, no debí decir eso.
-No pasa nada.
Leo se separó de él, pensando en esas palabras, sabia que no era así, sabia que amaba genuinamente al rojo, pero sus palabras le dolían.
-¿Porqué eres tan cruel conmigo?
Rapha se hizo bolita en la cama, sin poder mirarle.
-Lo siento, no fue mi intención.
-Nunca es tú intensión.
Ambos se miraron, ambos se notaban cansados y adoloridos, bastante adoloridos.
-En parte tienes razón, cuando estamos juntos ya no me siento solo. Pero, no es eso por lo que quiero estar contigo.
-Lo sé.
Rapha le tomó la mano, mirandole a los ojos y acercándose a su rostro, quedándose a unos centímetros de su cara.
-Perdón por cuestionarte tanto, perdón por ser tan agresivo contigo es que... Todo esto es muy difícil.
-Lo entiendo, entiendo que estés estresado por... todo esto...
Leo le dio un suave beso en la mejilla a su amigo, quien le sonrió un poco.
-Todo estará bien ¿Si? Qué se jodan todos, sólo importas tú, Rapha. Sólo me interesa que tú estés bien.
-Quisiera que Casey me adorara de la forma en que tú lo haces.
-Nadie te va a adorar como lo hago yo.
Rapha se sonrojó suavemente y desvió la mirada, un gesto bastante tierno a los ojos del azul, quien apretó su mano, las ganas de besarlo eran enormes.
-No sé que haría sin ti Leo.- Tomo su hombro con su mano libre y se acercó para darle un suave besito en la mejilla, muy cerca de la comisura de sus labios, tentando más al azul- Eres la persona más majestuosa que existe. No sabes lo mucho que me duele saber que estas pasando por tanto dolor tú solo y que lo único que hago es causarte más problemas.
-No digas eso.-Con su mano libre tomó la cintura del contrario, acercándose a él y dejando su frente pegada a la de él- Tú eres quien más alivia mi dolor.
-¿Tanto me amas?
Leo asintió y, por fin recibió un suave beso de parte del más bajo. Se sentía increíble, había anhelado por meses besar esos lindos labios. Lo abrazó para pegarlo más a él y le siguió el beso.
-Besas bien- Le halago el más bajo, sonriendo divertido para ocultar la vergüenza qué sentía en ese momento, aunque el enorme sonrojo en sus mejillas lo delataba.
-Gracias, tú también.- Leo sonrió dándole otro beso, y después otro, y otro, avanzando cada vez más, tomando terreno pues acorralaba al rojo en la pared, colocandose encima de él.-Te amo.
Rapha no sabia bien que decir, había pasado por muchas emociones ese día pero, sin duda esta era la mejor. Le dio un beso en respuesta y se acurruco en el pecho del azul. Después de un rato ambos se quedaron dormidos, Leo por sus pastillas y Rapha por tanto que había llorado.