En la mañana todos se encontraban desayunando en la mesa, platicando de una qué otra cosa sin importancia o mencionando cosas que tenían pendientes por hacer.
Mientras todos comían, Leo y Rapha se lanzaban miraditas y se sonreían de vez en cuando, les empezaba a gustar coquetearse de esa manera.
Leo debía admitir que últimamente se sentía menos solo, llevaba varios días durmiendo junto a Rapha, se besaban y después se quedaban dormidos. Sólo había un problema, Rapha extrañaba a Casey, no se lo decía pero lo sabía, y es que era obvio, tenían poco de haberse dejado después de meses de estar juntos. Leonardo entendía eso pero, debía admitir qué estaba bastante celoso por eso ¿Y si al besarlo pensaba en Casey? No, Rapha no haría eso.
Una parte de él sentía que estaba siendo "el clavo que saca otro clavo" y por otro lado estaba tan enamorado y Rapha lo besaba tan bien que sentía que estaba enamorado también de él, aunque sabia perfectamente que no lo estaba, o al menos nunca se lo había preguntado pero estaba seguro de que era muy poco tiempo para que se hubiese olvidado de Casey y enamorado de él así de la nada.
—¿Cómo te has estado sintiendo con las pastillas, Leo?—Le preguntó Donnie una vez que todos terminaron de comer y se fueron.—¿Has sentido algún efecto secundario?
—No, he estado bien, de hecho creo que me siento mucho mejor.
—Bueno, sé que las pastillas te ayudan pero todos los químicos que produces en las noches cuando tú y Rapha tienen sexo también te ayudan.
El azul se sonrojo violentamente, negando con la cabeza sin poder hablar por la impresión.
—D-Donnie yo no he tenido sexo con Rapha nunca, n-no se porque piensas eso.
—Oh, es que Mikey me dijo que así era, y consideré qué afectaría en tu tratamiento—Le decía con toda tranquilidad, quedándose pensativo unos segundos.
—N-No le creas todo a Mikey, mucho menos esas cosas, yo ya le había dicho que no hacía eso con Rapha.
—¿Y porque no? Pensé que ambos estaban saliendo.
Leo se quedó pensativo, si bien llevaban semanas durmiendo juntos y besándose no habían formalizado nada, ni siquiera lo habían hablado.
—Bueno, no somos novios tal cual entonces... No sé, sólo hablamos y dormimos y nos besamos... Nunca hemos pasado más de eso.
—Oh, es bueno saberlo igual, eso te hace muy bien en tu recuperación ¿Sabes? Toda la serotonina qué te da estar con Rapha le hace bien a tu cerebro.
—Gracias por preocuparte tanto por mi, Donnie, eres el mejor.
—De nada pero... ¿Estas seguro de que quieres que las pastillas hagan todo el trabajo? Hablé con el papá de April y...
—No puedo creer que sigas hablando con esa familia después de lo que pasó con Rapha.
—El padre de April no tiene la culpa, y ella tampoco...
—Ahí te equivocas, ella sabía que Rapha y Casey estaban saliendo, ella-
—Bueno, no hablemos más del tema, era sólo una sugerencia— Se levantó de la mesa llevándose consigo una pequeña libretita donde anotaba todos los avances de Leo.
El azul suspiró y se quedó ahí unos minutos, quizá hablar con un profesional le haría bien pero, le estaba yendo bien, ya no se sentía tan mal como antes, además, quien sabe que tan confiable fuera el papá de April, podría usar algo en su contra.
Se levantó de la mesa y fue a la sala donde se encontraban todos, Rapha veía la tele junto a Mikey y Donnie, sin embargo no se quiso unir, prefirió irse a su habitación a recostarse un rato, en la tarde debían patrullar así que podía tomarse un tiempo para descansar y estar solo, aun no sabia porque seguía prefiriendo estar solo.
La mañana pasó sin ningún problema, Leonardo durmió casi todo el día mientras sus hermanos hacían sus actividades normales. Todos menos Rapha, él estaba estresado con ganas de meter su teléfono a la licuadora, pues no dejaba de recibir llamadas de Casey, hasta que se hartó y lanzó el teléfono rompiendolo, recibiendo un merecido regaño de Donnie, pudo haberlo bloqueado y ya.
—Deberías arreglar las cosas con él, sé lo que pasó pero, al menos dejale en claro que ya no volverás con él para que te deje en paz.— Le decía Donnie mientras intentaba reparar el celular.
—¿Tú estás mal de la cabeza, verdad? Ni siquiera quiero hablarle, mucho menos hacer las pases con él— Decía el rojo evidentemente molesto, cruzandose de brazos y haciendo una mueca.
—Si pero... Él y April son nuestros amigos y...
—Oh, ya veo, esto es por ella ¿Verdad? Es lo que te preocupa, te dan celos qué Casey se la ha estado tirando— Reclamó enojado, señalandolo con el dedo.
—¡N-no lo digas así! Eres muy bulgar, hablas como si ella fuera la mala.
—¡Lo es! ¡Me quitó a mi novio, ella es mala al igual que él!
—Ella no tiene la culpa de que su relación estuviera de la mierda, Rapha, si Casey te engaño tantas veces seguro fue por algo, seguro fue porque eres un idiota violento qué sólo se interesa por si mismo— Pasó junto a él empujandolo, Donnie era muy tranquilo, pero hablar de April le tocaba las fibras más sensibles, odiaba qué hablaran así de la chica que llevaba tanto tiempo amando.
Rapha se quedó ahí parado unos minutos, sin contestarle al científico pues, quizá tenía razón. Él era violento y de bajo temperamento, seguro por eso Casey lo engañaba... Pero, Casey ya no importaba ¿No? Ahora estaba con Leo y él no lo lastimaria... ¿O si? Si se daba cuenta de todos sus defectos tal vez también le sería infiel.
Rapha empezó a sentir unas horribles ganas de llorar, por lo que fue corriendo a la habitación de Leo, encerrandose en esta una vez que llegó y, sin querer despertó al azul, quien lo miró confundido.
—¿Rapha? ¿Qué pasó ahora?— De inmediato se levantó y se acercó a él para ver que tenía, notando como había empezado a llorar.
—Nada, Donnie es un idiota, eso es lo que pasó.—Dijo suspirando, dejando caer su cabeza en el hombro de su amigo.—¿Sales a patrullar hoy conmigo?
—Claro, yo te acompaño.
Le sonrió y lo abrazó cariñosamente, dando un besito a su frente y algunas caricias a su caparazón.
—Pero primero cuéntame que paso con Donnie.
—Sólo esta obsesionado con April como siempre.
—Ya veo, te entiendo, también he discutido con él por eso... Si mis instintos no me fallan creo que tuvo algo que ver con April, no sólo estuvo enamorado de ella creo que realmente hubo algo entre ellos.
—Quien sabe, no me interesa la verdad, sólo no quiero que me moleste.
—Tranquilo, hablaré con él después.
Ambos se sonrieron y se dieron un suave besito, para después tomarse de la mano y salir de la alcantarilla, yéndose a patrullar en la noche.