-¡Mikey ven! No llores por favor, por favor, ven.-Rogaba Donnie mientras iba tras de él.
-¡No! ¡Déjame en paz eres un mentiroso!
-No lo soy, Mikey- Se acercó lo suficiente para evitar que el menor le cerrara la puerta en la cara, entrando a su habitación junto con él.
-¡Qué me dejes! ¿No entiendes? ¡Vete!- Le gritaba llorando mientras le lanzaba peluches en una tonta forma de apartarlo.
-No es lo que piensas, yo...
-¿"La única persona que has amado"? ¿Enserio? ¡Jodete!
Mikey se fue hasta una esquina de su habitación, abrazando un peluche mientras lloraba desconsolado, llevaba semanas saliendo con Donnie y ahora resultaba que a la única persona que había amado era April.
-Me pusieron mal, Mikey, no fue mi intención decir eso, es sólo que... Me sentía muy confundido y... Yo sólo quería que todos volviéramos a estar juntos de nuevo, no quiero salir con April, yo ya tengo a mi lindo novio y...
-¡Tenias novio! ¡Yo ya no quiero salir contigo! Eres un m-mentiroso, un traidor. N-Nunca me dijiste que habías empezado a ver a April de nuevo... Sabías que me enteraria ¿Porqué tenias que hacerlo tan difícil?
-No quería que las cosas se complicaran, además necesitaba hacer esa fórmula para Leo...
-¿Ah si? ¿Para tu ratita de laboratorio? A quien le estas metiendo químicos y químicos a ver que resulta.
-¡Es más que eso Mikey! Crear pastillas para esto no es fácil, las pastillas de humanos nunca le servirían a un mutante, me estoy esforzando mucho en esto.
-Uy si, tanto que necesitabas estar pegado a April mientras trabajabas ¿No? Mierda ¿Porqué sigo hablando contigo? ¡Ya vete!
Donnie se acercó a él, tomando con delicadeza su hombro para que se diera vuelta y lo mirara. Mikey tenía los ojos hinchados por tanto llorar, las mejillas rojas y un puchero con sus labios, Donnie se sintió aún más arrepentido al verlo así.
Sin dudarlo le abrazó, Mikey lo empujó para que lo soltara pero no parecía surtir efecto, el morado era más fuerte que él.
-Te amo Mikey, perdóname enserio, sabes que sólo tengo ojos para ti- Le dio un besito en su frente, a lo que el naranja sólo pudo responder con más llanto.
Mikey se apartó de él, intentando dejar de llorar para poder hablar bien. Donatello intentaba abrazarlo pero el naranja no se dejaba.
-Sé que esto es por April, yo... No volveré a hablarle jamás, lo juro.
-D-Dejate de tonterías, eso no cambiará lo que dijiste- Reclamó Angelo mientras limpiaba sus propias lágrimas.
-Pero te hará sentir más tranquilo.
-Pero no quiero eso... Yo... Quiero estar bien contigo y no quiero que por mi culpa ya no hables con tus amigos pero... Me duele que me hayas ocultado todo y que... Qué no me ames...
-Pero si te amo Mike.
-No, ya dijiste que no y sé que no mentías... Fue muy iluso de mi parte creer que me amarías en tan poco tiempo, y fue muy iluso creer que dejarías de verte a escondidas con April.
-Sólo era para hacer la fórmula, y no te lo dije para que Leo no se enterara, no por ti.
Mikey asintió.
-Esta bien, voy a fingir qué te creo, voy a fingir que no pasó nada y... Y que todo esta bien... -Se acercó a Donnie para dejar caer su cabeza en su pecho.- Pero será muy doloroso seguir adelante sabiendo que no me amas.
-¡Pero si te amo!
-Yo también te amo.
-¿E-Estas fingiendo verdad?
-No sé de que hablas Donnie.- Se separó de él, poniéndose de puntitas para darle un suave beso.- Vamos a ver que pasó con los chicos, les debes una gran explicación.
-N-No iremos a ningún lado, Mikey por favor para con esto.
Mikey suspiró y lo miró con tristeza.
-¿Qué quieres que haga entonces? Lo único que me queda es esto, si quiero estar contigo sólo tengo que imaginar que me quieres, igual en algún momento terminarás queriéndome ¿No? Sólo tengo que hacerme a la idea de que ya lo haces.
-P-Pero ya lo hago, Mikey yo ya te quiero, te amo ¿Cuantas veces debo decirlo? Te amo.
Angelo se dio vuelta y salió caminando de la habitación, siendo seguido por Donnie quien se notaba bastante decaído y arrepentido. Ambos fueron a la cocina, donde Mikey se sentó a comer su pizza y Donnie vio la bolsa que había dejado ahí antes de salir corriendo detrás de Mikey. Abrió esta y sólo vio frascos de pastillas.
-¿Y-Y mi libreta?
Preguntó a la nada buscándola pero no estaba, no era conveniente que Leo la leyera aunque, para ese entonces ya era muy tarde.
-¿Qué tiene esa libreta?
-Apuntes sobre la investigación... Pero no todos son precisos, en algunos me equivoque pero, si Leo la lee ya ni siquiera va a querer tomarse las pastillas.
Mikey lo miró con desaprobación, suspirando y dándole otra mordida a su pizza.
-Seguramente están en su habitación, ve a buscarlo y quitásela, dudo que haya leído todo ya- Decía con indiferencia, jugando con su comida.
Donnie dudó por unos segundos, tenía que quitarle la libreta a Leo, pero, también tenía que arreglar las cosas con su novio, no podía dejarlo así.
-¿Qué esperas Donnie? Ve a arreglarlo antes de que algo malo le pase a Leo- Le dijo Mikey sacudiendolo pues parecía perdido en sus pensamientos.
-S-Si pero yo, tú, tengo que... Yo...
Mikey le volvió a besar, aquel beso se sintió tan tierno que calmó al morado, quien se quedó en silencio unos segundos después del beso.
-Ve a arreglarlo, yo no me iré, estaré aquí para cuando puedas venir a hablar, pero ahora lo más importante es Leo, así que ve y arreglalo ¿Si amor?- Le volvió a dar un beso- Ve, yo te espero.
Le sonrió y eso le dio la confianza a Donnie para ir tranquilo de que su novio estaría bien. Pasó a la habitación de los chicos, viendo como Leo sostenía la libreta en sus manos, leyendo cada página y Rapha lloraba en silencio en una esquina de la cama, volteando hacía la pared, por lo que no se percató de la presencia del morado, cosa que Leo si hizo.
Donnie le mostró una mueca de arrepentimiento y le hizo una señal con la cabeza para que saliera con él, lo cual Leo hizo sin dudar. Cuando Rapha escuchó la puerta cerrarse supo que Leo había decidido irse para siempre y rompió en llanto.
-¿Cuanto leíste?
-Lo suficiente.
-No Leo, necesito saber desde donde empezaste a leer y cuantas páginas avanzaste.- Le decía desesperado- Esto puede afectar fuertemente a tu tratamiento Leo, necesito saber que leíste.
Leonardo suspiró, mirando a Donnie con tristeza.
-¿De verdad empeoré tanto por culpa de Rapha?
