21 de Junio, 1848
El hecho de que la agenda diaria del príncipe Jeon se viera cada vez más llena, se tornaba a que cada día fuese más largo e insufrible. Apenas lograba tener tiempo para las tres comidas obligatorias y la hora de dormir. Podría decirse que ya estaba acostumbrado a las agotadoras rutinas desde que era un infante; no obstante, le sucedía todo lo contrario.
Al frenar sus pies sobre el resbaladizo suelo de mármol, Jungkook esquivaba cada ataque con la espada ropera que empuñaba con firmeza. Su maestro de esgrima eludía uno de los rápidos movimientos de la espada del príncipe, hasta que sintió la punta de esta chocar contra su pecho, y así dando por terminado el último round.
Jungkook enfundó su espada, antes de inhalar hondo. Retiró la careta que cubría su cara, para luego barrer hacia atrás con una mano su húmeda cabellera.
—Ha mejorado notoriamente, su majestad —halagó su maestro, tendiéndole una botella de agua.
—¿Qué hora es? —preguntó el muchacho, llevando el pico de la botella a sus labios.
—Falta media hora para las 18:00. Es libre por hoy —mencionó el hombre, señalando la puerta—. Le espero el próximo viernes, príncipe Jeon.
El mencionado suspiró aliviado al haber terminado un largo y tedioso día de actividades rutinarias.
—Joven alteza —se escuchó decir a Min, entrar apresurado al salón—. Debemos irnos rápido, tienen que arreglar su atuendo y peinado antes de dirigirse al estudio de arte.
Jungkook gruñó por lo bajo al recordar la cita programada con el pintor.
En una ocasión distinta, el azabache estaba seguro de que su padre le hubiese ahorrado la desgastante tarea de trasladarse hasta aquel estudio, en su lugar citando al joven Kim al palacio. No obstante, el hombre se hallaba empecinado con la idea de que asistir a las citas de manera presencial, contribuiría a su tarea de “conocer más al pueblo”.
Sus días cada vez se tornaban más ocupados e insufribles.
🏰
El puño del príncipe golpeó tres veces la puerta de madera con la enorme hebilla de bronce que colgaba de esta, para después empujarla, dándose paso adentro del estudio de arte.
Taehyung dirigió su mirada hacia la puerta, y de manera apresurada terminó de pasar un trapo húmedo sobre la superficie de la mesa, a lo que acomodaba unos cuantos lienzos dispersos en el suelo.
—Creí dejar claro que me gusta la puntualidad —dijo la voz seria de Jungkook mientras esta vez dejaba el sombrero colgando de su mano.
Con una sonrisa apenada, el pintor se acercó a pasos ligeros hacia el príncipe, tendiéndole la mano.
—Disculpe la tardanza, recién acabaron de irse unos clientes y apenas tuve tiempo para limpiar.
Jungkook direccionó su mirada hacia la palma manchada de pintura rosa. Decidió ignorar el saludo y seguir de lado.
Removiéndose incómodo, Taehyung bajó el brazo, guardando las manos en los bolsillos de sus holgados pantalones.
—¿Se le ofrece algo de beber? —preguntó el castaño ante la mirada recelosa del príncipe sobre una de las paredes.
—¿Para qué es esa tela de color vino tinto? —cuestionó Jungkook, sin responder la pregunta anterior.
Taehyung observó la cortina de terciopelo rojo que cubría la mitad de una de las paredes, junto a una silla de largo espaldar y reposadero de brazos en ambos costados.

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ᴀʀᴛᴇ ʏ ᴅᴇʙᴇʀ ༄ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ࿐ྃ
Roman d'amour"La belleza del arte y el dolor del deber". Jungkook y Taehyung sabían que se habían equivocado de época, pero no de amor. Quizás enamorarse en 1848, no fue la mejor decisión de estos dos amantes. ♚Estado: En emisión ♚Extensión: 30-40 capítulos ♚R...