Painting of love ★[Haely]★

-Celos-

Lily salió del estudio de Haewon con el corazón encogido, tratando de entender lo que había salido mal. Mientras caminaba por las calles de la ciudad, sentía cómo la ansiedad se apoderaba de ella. ¿Había malinterpretado las señales? Las emociones que había sentido con Haewon, esa conexión especial, ¿eran solo de su parte?

Necesitaba hablar con alguien.

Sacó su teléfono y sin pensarlo demasiado, envió un mensaje al grupo de sus amigas.

*Chicas, ¿puedo verlas ahora? Necesito hablar. *

No pasó ni un minuto cuando empezaron a llegar las respuestas.

*Claro, ¿En la cafeteria de siempre?*- respondió Yeji, siempre atenta.

*Voy en camino, Lily.*- añadió Jeongyeon, directa como siempre.

Hanni también confirmó que podía reunirse. Era el tipo de amiga que siempre estaba dispuesta a escuchar, a ofrecer apoyo cuando más lo necesitabas.

Lily se sintió aliviada. Sabía que, al menos con ellas, podría desahogarse sin ser juzgada. Cambió de dirección y se dirigió a la cafetería que siempre frecuentaban. Allí, podría aclarar su mente y tal vez, encontrar una solución a lo que estaba pasando con Haewon.

Cuando llegó a la cafetería, las tres ya la estaban esperando. Hanni fue la primera en levantarse y abrazarla.

—¿Qué ha pasado? —preguntó suavemente, mientras las otras dos también se acercaban con preocupación en los ojos.

—Es Haewon... —comenzó Lily, sintiendo cómo su garganta se cerraba por las emociones contenidas—. Estábamos bien, creo. Había una conexión y luego, de repente, se cerró completamente. No sé qué hice mal.

Yeji frunció el ceño, claramente preocupada.

—¿Dijo algo que te hiciera pensar que había cambiado de idea? —preguntó, tratando de entender.

—No, no fue algo que dijera. Fue más como... como si se hubiera desconectado de repente. Después de lo que pasó, parecía tan distante, tan fría. —Lily jugueteaba con el borde de su taza de café, tratando de ordenar sus pensamientos—. No sé si hice algo mal o si simplemente no está lista para esto.

Jeongyeon, que era la más directa del grupo, soltó un suspiro.

—Mira, si se cerró de esa manera, probablemente esté lidiando con algo que no tiene nada que ver contigo. Puede que esté asustada o confundida.

—Pero duele. —Lily bajó la mirada, las lágrimas comenzando a formarse en sus ojos—. Duele porque pensé que estábamos bien, que sentía lo mismo.

Hanni la observó con dulzura y le puso una mano en el hombro.

—Tienes que darle tiempo, Lily. A veces las personas no están listas para lo que sienten, aunque quieran estarlo.