Painting of love ★[Haely]★

-La cercania-

Haewon, de pie frente al lienzo, daba los últimos retoques. Sus dedos se movían con precisión, acariciando el pincel con cuidado, casi como si estuviera tocando algo sagrado. Desde la primera vez que vio a Lily, algo en ella la había cautivado, sus ojos marrones, su sonrisa tímida pero poderosa, y la forma en que su presencia llenaba el espacio sin necesidad de palabras.

Sentada en el pequeño sillón frente a ella, Lily observaba a Haewon trabajar. Su mirada iba de los delicados trazos de la pintura a las facciones concentradas de la artista, que parecían perderse en cada pincelada. El silencio entre ellas no era incómodo, al contrario, era como si cada respiración compartida, cada mirada fugaz, las acercara más.

—Casi termino. —murmuró Haewon, sin apartar la vista del lienzo.

Lily, que había estado sumida en sus propios pensamientos, levantó la vista. Su corazón latía más rápido de lo normal, una sensación desconocida para ella, pero que comenzaba a volverse familiar cuando estaba cerca de Haewon.

—¿Puedo ver cómo va? —preguntó en un susurro, casi temerosa de romper la magia que se había formado entre ellas.

Haewon asintió lentamente, pero en lugar de apartarse, hizo algo inesperado. Bajó el pincel y caminó hacia donde estaba Lily, quedando a pocos centímetros de ella. Los ojos de ambas se encontraron y, por un momento, el mundo exterior desapareció. Solo existían ellas dos, en ese pequeño estudio iluminado por el sol que ya empezaba a despedirse.

—Es hermosa. —dijo Lily, aunque no estaba segura si se refería a la pintura o a Haewon.

La pintora, visiblemente nerviosa pero a la vez cautivada, tomó una de las manos de Lily, guiándola suavemente hacia el lienzo. El contacto de sus pieles fue eléctrico, como si un lazo invisible las uniera desde mucho antes de conocerse.

—Tú eres hermosa. —contestó Haewon en un susurro, sin dejar de mirarla.

Lily sintió que su corazón daba un vuelco. Ninguna de las dos se movió, pero la tensión en el aire era palpable. Los dedos de Haewon aún sujetaban los suyos, y la cercanía de sus rostros hacía que ambas respiraran el mismo aire, compartiendo un latido, una sensación indescriptible.

—Haewon... —murmuró Lily, sin poder contener la mezcla de emociones que la embargaban.

La pintora se inclinó apenas un poco más, sus labios a solo un suspiro de los de Lily. El mundo parecía detenerse mientras sus miradas se encontraban una vez más. Podían sentir el calor de la otra, el latido rápido de sus corazones, y la inevitable atracción que las había llevado hasta ese momento.

Apenas un roce, un simple movimiento, y sus labios se unirían.

—Lily… —susurró Haewon, su voz cargada de deseo y ternura.

El silencio entre ellas era tan intenso que parecía tener su propio sonido. Los segundos pasaban, lentos pero llenos de significado, como si el tiempo les hubiera dado permiso de estar en ese instante para siempre.

Finalmente, fue Lily quien rompió la distancia, inclinándose un poco más. Sus labios, a punto de rozar los de Haewon, estaban a nada de fundirse en un beso.

— ¿Me darías el lujo de besarte, Oh Haewon? - dijo Lily llevando su mano a la mejilla de la contraria, acariciandola.

Haewon agachó la mirada. Lily pensó que eso había sido un no y quito su mano peto Haewon volvió a ponerla, la miro a los ojos.

—Si, Lily. - dijo Haewon antes de acercarse y besarla.

El beso era suave y lento, sus labios encajaban perfectamente como un puzzle. Haewon llevo sus manos a la cintura de Lily y subió una de ella a su nuca para intensificar el beso. Se separaron y juntaron sus frentes mientras se miraban a los ojos. Lily sonrió de inmediato besando nuevamente los labios de Haewon.

—Besas demasiado bien. - dijo Lily haciendo que Haewon se sonroje.

—...

—¿No me vas a responder? - dijo Lily fingiendo falso enfado.

—Te quiero. - dijo Haewon besando a Lily haciendo que se sonroje y se ponga nerviosa.

—Yo también te quiero, Hae. -

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