El día que partiste

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-¿Hannibal va a regresar?.-Pregunto Will sorprendido.

-Eso escuche en la plaza. Supuse que te interesaría saberlo, aunque aún no se la fecha exacta de su regreso.-Contestó Bev expectante.

Había estado ansiosa por contarle a su amigo la noticia, después de todo ellos habían sido novios y antes de eso amigos. Sabía del amor que Will aun sentía por Hannibal aunque tratara de negarlo después de tantos años.

-Sinceramente me da igual.- Contestó Will

-No parecía que te diera igual hace unos segundos.

-La noticia me sorprendió es todo. Han pasado unos años desde que se fue sin decir adiós.

-¿Durante todo este tiempo jamás te contacto?

-No, pero tampoco me interesaba saber de él.

-Alguien está a la defensiva. Se sincero conmigo.

-Soy sincero. ¿Por qué querría saber de alguien que me abandonó sin decirme nada?

-Eso si fue muy cruel y aun no lo entiendo. Tan solo unos días antes de su partida te profesó amor eterno casi frente a todo el pueblo y al siguiente se fue.

-¿Ya entiendes porque no me interesa en lo más mínimo su regreso?

-Pero, si te busca ¿Qué harás? Yo creo que él te amaba realmente y que aun lo hace.

-No haré nada porqué él no lo hará. Sobre lo otro, lo dudo. En fin, nos vemos Bev, debo ir a trabajar.

-En buen momento decidí tomar el día libre.- Dijo Bev de forma irónica.- Cuidate Will, nos vemos mañana.

Se despidió de su amiga y partió rumbo a su trabajo, el saber que Hannibal iba regresar se había sentido como un balde de agua fría, ¿Por qué ahora? ¿Por qué después de tanto tiempo? aunque la verdadera pregunta que se había hecho durante los últimos 4 años era ¿Por qué lo había dejado solo? Es cierto que cuando empezaron su relación no eran más que unos dolescentes, él había tenido 16 y Hannibal 18, pero al menos por su parte los sentimientos habían sido sinceros, jamás se habría atrevido a dejarlo sin decirle adiós, él mayor si lo había hecho.

Sabía que no tenia mucho que ofrecerle, Hannibal era sobrino del hombre más rico del pueblo y acreedor a una herencia millonaria por parte de sus padres que habían fallecido tiempo atrás, mientras que él era solo un aspirante a detective dentro del lugar, su padre no gozaba de muy buena reputación por su afición al juego y por las múltiples deudas que contraía día tras día, las cuales le tocaba pagar a él por el simple hecho de ser su hijo. Aun con todo eso, Hannibal había insistido en que formalizaran su relación.
Se habían conocido desde que eran niños y cuando Will cumplió 15 años Hannibal le declaró su amor, estuvo tratando todo un año de que aceptará ser su novio, nunca perdía la oportunidad de decirle cuanto lo adoraba y que lo que más deseaba era estar junto a él para siempre.

Se le había declarado cerca del lago que había en el pueblo y él ingenuamente había aceptado, pues no solo sentía atracción física por el mayor sino que ambién sentía amor, ya no podía ni quería seguirse negando. Al regresar al pueblo Hannibal no lo había soltado, habían caminado tomados de la mano, levantando toda clase de murmullos así como preguntas indiscretas puesto que él se había empeñado en hacer del conocimiento público de forma inmediata su relación para que no hubiera duda de que Will ya era su pareja, por tanto estaba bajo su protección.

"No tenemos nada que ocultar. Que sepan que estas conmigo y que no voy a dejarte jamás", le había dicho en ese momento. Ojalá lo hubieran ocultado, pues a los dos días de haber hecho pública su relación Hannibal se había ido sin decirle nada, ni siquiera le había dejado alguna carta o mensaje con alguien de su servicio. Simplemente lo dejo atrás. Desde ese día había recibido burlas y toda clase de preguntas incómodas. La más común era que no había podido hacer bien "su trabajo" dando como resultado que Hannibal se fuera sin él.

Amorem: El día que vuelvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora