Epílogo. Para siempre

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8 meses después

Desde lejos pudo ver el terreno en donde estaba la residencia Lecter, tenía muy malos recuerdos de ese lugar pero no podía deshacerse de este a pesar de todo. Ahí había vivido con sus padres y su preciosa hermana, supuso que los buenos recuerdos tenían mayor peso que los otros.

-Ya tengo lo que me pediste.- Decía Will arrastrando una maleta.

Hannibal tomó la maleta para meterla al carro junto con las demás cosas, le abrió la puerta a Will para que se metiera y una vez hecho esto el también se metió para dirigirse al lago.

-¿En serio vamos a dormir ahí?

-Si, ¿No quieres?

-No es eso, solo que me sorprende, no pensé que fueras el tipo de hombre al que le gusta acampar.

-Siempre es bueno probar todo al menos una vez y se que a ti te gusta.

Cuando llegaron a la orilla, estacionaron el carro, Will se apresuró a montar la tienda de campaña así como todo lo demás.

Dentro de la tienda puso un colchón de acampar así como varias sábanas las cuales eran muy esponjosas y abrigadoras, sabía que las noche podía ser fría.

Pasaron el día en el lago, Will le estaba enseñando a pescar, el mayor aprendía rápidamente y aunque no pudieron capturar ningún pez por las bajas temperaturas para la cena Hannibal había llevado varias guarniciones que había preparado y fue lo que cenaron, posteriormente se quedaron viendo el lago a la luz de una fogata que habían encendido.

-¿Te acuerdas cuando aceptaste ser mi novio?

-Si fue justo aquí y también era de noche. ¿Por eso me trajiste?

-Si. Quería crear más recuerdos contigo en este lugar que me es tan especial.

-Eres un romántico.

Will hizo que se metieran a la tienda de campaña pero no la cerraron, la luz de la luna daba directo hacía dónde ellos estaban, esta hacía que la piel de ambos se viera más pálida. Ambos se despojaron de su ropa de forma lenta, no había prisa, si bien era cierto que ya habían compartido varias noches juntos cada una de ellas era especial y disfrutaban hacerlas lo más duraderas posible.

Beso lentamente el pecho y el cuello de Will, nunca se cansaba de su piel, lo acostó sobre el colchón y las sábanas acomodándose entre sus piernas, levanto una de ellas para besar y morder ligeramente sus muslo.

Will comenzo a emitir leves sonidos, la forma en la que Hannibal lo tocaba hacía que su cuerpo vibrará, se sentía vivo, pero lo más importante feliz.

-Hannibal, por favor. Te necesito.

-Yo también, pero debes estar listo para aceptarme, no quiero lastimarte.

-Quiero...por favor.

Se acomodó para tomarlo dentro de su boca, los movimientos se hicieron más intensos a medida que avanzaba, Will movía su cadera mientras se aferraba a las sábanas y comenzaba a gemir pronunciando su nombre, no pretendía hacerlo pero terminó dentro de la boca de Hannibal quien antes de retirar su boca del miembro de Will lo lamío lentamente.

Saco una tubo de lubricante para verterlo en la entrada de Will y en su propio miembro, comenzó introduciendo sus dedos para poder entrar sin lastimarlo, mientras lo hacía Will se aferro a él con fuerza y lo acerco para besar sus labios. Cuando lo preparaba ya no dolía solo se sentía avergonzado, era algo que aun no podía controlar, pero amaba estar con él, sentirse suyo y sentirlo de él.

-Hani... por favor... entra.

-Una vez más Will, adoro escuchar tu voz pidiéndomelo.

-Eres un...

Amorem: El día que vuelvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora