Amorem: El día que vuelvas

¿Se acabó el amor?

-Hola, mi Will, ¿Podemos hablar?.- Pregunto Hannibal.

No pudo contestar solo hizo un gesto para que pasara y se alejó de la puerta. Hannibal entró cerrando tras de si, al hacerlo se abrazó a Will con fuerza inhalando su aroma, él no lo alejó de forma inmediata pues al sentir el contacto de su cuerpo recordó lo bien que se sentía estar entre sus brazos.

Pasados unos segundos, lo alejó de forma cortés.

-Perdona pero es muy temprano y mañana debo trabajar así que dime que necesitas.

La voz de Will no denotaba felicidad, emoción o sorpresa. Parecía que no le importaba que hubiera vuelto.

-Necesitaba verte. Explicarte lo que pasó hace tiempo, el motivo de porqué me tuve que ir.

-Hannibal, no tiene importancia, al menos no para mi, así que no necesitabas venir para eso.

-Claro que la tiene, tú y yo...

-Tú y yo eramos muy jóvenes en ese entonces.

-Eramos pareja.

-Lo has dicho, eramos. Ahora es diferente, después de que te fuiste pude ver las cosas con claridad y fue mejor así.

-¿A qué te refieres?

-Esa relación no iba para ningún lado, te acepte porqué no habías dejado de pedírmelo pero no porque realmente te quisiera.

-¿Mentiste?

-Así como tú, cuando dijiste que lo nuestro era para siempre.

Se arrepintió al decir esto pues parecía reproche, no quería darle ningun indicio de amor.

-No mentí. Para mi esto es para siempre, te amo y no creo que me hayas mentido te conozco, no eres así.

-¿Me conoces?.- Dijo sarcástico.- Hannibal eso es pasado y no me interesa revivirlo.

-¿Aun me amas? Yo sé que así es pero necesito oírte decirlo.

-No seas soberbio.

-Dímelo, Will.

-Hannibal es tarde, deberías ir a tu casa a descansar.

-No me voy a ir hasta que me escuches. No soy egoísta o ingenuo, sé que no puedo esperar que me recibas con los brazos abiertos, entiendo que te lastimé pero no fue mi decisión.

-Me alegra que lo sepas y no te creo. Esa vez en el tren ni siquiera te inmutaste al verme.

-Si supieras lo que tuve que hacer para controlarme y no bajarme de ese maldito tren para abrazarte y escapar contigo.

¿Escapar? ¿De qué o quién? Antes de poder preguntar la puerta sonó con fuerza, alguien había llegado, Will supuso que ese si sería Jack. Abrió la puerta rápidamente pues no sabia cuanto más aguantaría con esa actitud hacía Hannibal.

-Will, que bueno que estas despierto. Hubo un asesi.... ¿Hannibal Lecter?. No sabía que regresarías hoy.- Dijo Jack sorprendido.

-Hola, agente Crawford. Un gusto verlo.

-Lamento interrumpir pero necesito a Will para un caso.

-No te preocupes, Hannibal ya se iba.- Will volteo a verlo.- Adiós.

-Entiendo, hasta pronto.- Antes de cerrar la puerta Hannibal volteó.- Te buscaré mañana.

Una vez que Hannibal desapareció Jack volteó a ver a Will, lo conocía lo suficiente para saber que aun cuando no estaba demostrando emoción alguna había un mar de emociones dentro de él.