Pertenencia

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-¿Escapó?

-No sabemos que paso, la patrulla no llegó a la estación y al salir a buscarla la encontramos volcada. El agente también desapareció

-No desapareció, te lo dijimos Jack. Hay policías coludidos con Robert. El intento de homicidio a Matt es la prueba, si yo no hubiera ido él ya estaría muerto.

-Es probable que haya huido.

-No lo hizo, amenazó a Will. Si se le acerca voy a matarlo.

-Tomemos las cosas con calma Hannibal.

-Hablo en serio. Tú no lo conoces. Es capaz de todo.

-Pondré vigilancia en la casa.

Jack se fue y Chiyoh se retiro a su habitación. Tras verificar que todos los accesos a la casa estaban cerrados Hannibal se retiro a la suya en donde Will dormía tranquilamente, acaricio su cabello y se sentó a su lado recargandose en la pared. Tras un rato lo sintió removerse bajo las sábanas.

-¿Hannibal?.-Pronunció adormilado.

-¿Cómo te sientes cariño?

-Cansado. ¿Qué paso?.

-Robert te sedo pero no fue nada mortal. Después de corroborar que estabas bien te traje a casa.

Will vio la habitación no se parecía a la suya.

-A tú casa dirás.

-Me gusta pensar que tu hogar es donde este yo.

Will asintió mientras sonreía. Lo puso al tanto sobre el hecho de que Robert había huido, detestaba la idea de que aun estuviera suelto, sobretodo después de saber que él tenía la sangre de varias personas en sus manos. Apoyo su cabeza en el regazo de Hannibal y sintió como pasaba sus dedos por su cabello mientras repetía que no dejaría que nada le pasara.

No terminaba de comprender porque le gustaba tanto escuchar esas palabras de su boca, no quería protección, no la necesito cuando sucedió lo de Jake o cuando perdió a su padre pero con Hannibal era imposible no ser vulnerable.

-¿Alana esta bien?

-Si, pero Jack la detuvo por falsos testimonios.

-Me alegra que te haya dejado salir.

-No lo hizo. Al escuchar la voz de mi tío por el micrófono y saber que intenciones tenía contigo me escape.

-Quien lo diría, el famoso psiquiatra Hannibal Lecter es un prófugo de la justicia.

-Puedes burlarte, pero Jack quería arrestarme de nuevo por haber escapado de manera fácil.

-Siempre supe que eras problemático.

Will se levanto y se quedo hincado en la cama.

-¿Tienes hambre? No has comido y ya es tarde.

No hubo respuesta por parte del agente, lo que deseaba no era comer, deseaba otra cosa.

-Will, ¿Me escuchaste?

-Te oí pero no quiero comer.

Al decirlo se movió para quedar sentado en las piernas de Hannibal, aun se estaba apoyando en sus rodillas contra la cama y colocó sus manos en los hombros del mayor quien lo veía hipnotizado, parecía no creer lo que pasaba sin embargo lo ansiaba tanto. Las manos de Will empezaron a abrir los botones de su camisa para deslizarla por sus hombros los cuales comenzó a besar de forma suave pero necesitada. Desde la primera vez que Hannibal lo había tocado había anhelado el poder entregarse por completo a él, sentirlo moverse dentro de él mientras reafirmaba el sentimiento de pertenecía que siempre había existido entre ellos y que ni siquiera la distancia o el tiempo pudo destruir.

Amorem: El día que vuelvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora