PARTE 8

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Mientras regresaban no intercambiaron siquiera una palabras, volvieron a la habitación pero ahora estaban solos. 

Thomas se sentó en el sillón, jugando con sus manos sin saber qué hacer.
Newt no hablaba, solo miraba al suelo.

El silencio era incómodo, pesado.

De repente, Newt rompió el silencio.

—Iré a traer algo, espérame un momento— dijo Newt.

Y sin darle tiempo a Thomas para responder, salió de la habitación.

Thomas se quedó solo, rodeado del silencio. Miró la puerta por la que Newt había salido.

Pasaron algunos minutos y Thomas seguía jugando con sus manos, mirando a todos lados. Newt regresó, trayendo consigo una toalla y ropa.

—Toma una ducha.— dijo Newt. —Aquí te traje ropa, te hubiera prestado la mía pero supuse que no te quedaría.—

Thomas se levantó, tomando la ropa y la toalla. —¿De dónde sacaste esto?—preguntó Thomas, sonriendo ligeramente. —Tú eres pequeño, tu cuerpo es pequeño.— Dijo mirándolo de arriba a abajo.

Newt se sonrojó ligeramente.

—Hay una habitación de suministros aquí cerca.— dijo Newt. — Me las arreglé para encontrar algo que te quede bien.—

—Gracias—. dijo Thomas.

—De nada —dijo Newt—. Ve a ducharte. Estás sucio.

Thomas se dirigió hacia el baño, sintiendo una sensación de alivio y gratitud hacia Newt.

Thomas entró a bañarse, disfrutando del agua caliente y el buen olor del shampoo y los jabones. Se tomó su tiempo para relajarse, dejando que el estrés y la tensión se esfumaron.

Finalmente, salió del baño, sintiéndose renovado y fresco.

—Hey rubio, dónde...- Iba a preguntar dónde podía dejar la ropa que se había quitado, no quería tirarla por ahí.

Pero cuando salió, encontró al rubio durmiendo.

Thomas se detuvo, sorprendido. ¿Tanto se había demorado?

No quería despertar a Newt, así que se acercó silenciosamente a la cama. El pelinegro también se había hecho a dormir, estaban en la misma cama pero dormían separados, ambos en cada lado sin siquiera rozarse.

Newt dormía, parecía un ángel y Thomas no pudo evitar sonreír.

Se metió en la cama con cuidado, intentando no despertar a Newt. Aunque estaban separados, Thomas se sintió cómodo y seguro cerca de Newt.

Thomas lo miró hasta quedarse dormido, hipnotizado por la belleza de Newt.

Después de unas cuantas horas, el pelinegro se levantó por un sentir un leve peso en su pecho. El rubio se había acurrucado con él, lo abrazaba.

Thomas sonrió al sentir el calor de Newt cerca de él. Sin querer, Thomas se movió ligeramente, haciendo que Newt despertara.

Newt abrió sus ojos, dejando ver el hermoso color marrón de sus ojos, tan inocentes.

Apenas abrió bien los ojos, Newt se dio cuenta de la situación y la sonrisa de Thomas mientras lo miraba.

Se quitó rápidamente de Thomas, su rostro sonrojado.

—Lo siento.— dijo Newt, su voz baja y apresurada. Thomas se rió suavemente.

—Está bien, no es necesario que te sonrojes —dijo Thomas, sonriendo.

¿WHO ARE YOU? (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora