EXTRA

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Dias antes ...

Emilia miraba desde lejos a Sam sentarse y observar, cuándo él se iba, ella también se iba, siguiéndolo sin que se diera cuenta. Un día, decidió quedarse a ver lo que tanto admiraba Sam. Se sentó en el lugar donde se sentaba él y admiró el refugio desde lejos.

La belleza natural del lugar la envolvió, y sintió una paz increíble. Entendió por qué Sam se quedaba por tanto rato viendo

La tranquilidad del entorno la hacía sentir viva, conectada con algo más grande que ella misma.

Mientras contemplaba el refugio, Emilia se dio cuenta de que ésa era la vida que realmente deseaba. Una vida llena de conexión con la naturaleza y con los demás, no como la suya, que se basaba en estar encerrada en un gran edificio, cumpliendo una rutina aburrida.

Cuando estaba a punto de irse, sintió unas manos en sus hombros. -AHHH, CARAJO- gritó asustada, su corazón saltando de sorpresa.

-Tranquila, te van a escuchar- dijo el chico con voz calmada, intentando tranquilizarla.

Emilia se preguntaba quién era este misterioso desconocido que la había sorprendido. Su corazón aún latía a mil por el miedo.

-Y-yo ya me iba... -dijo ella, levantándose y limpiando su ropa del polvo que había recogido del suelo al sentarse.

El chico la miró con una sonrisa suave.
-Emilia, no?- preguntó, su voz llena de curiosidad.

Emilia se sorprendió. ¿Cómo sabía su nombre? -¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó, con desconfianza

El chico se rió suavemente. -Te he visto antes- dijo -Con Sam.-

La mención de Sam hizo que Emilia se pusiera en alerta. -¿Qué quieres? -preguntó, su voz firme.

-No debería preguntar eso yo? - Hablo el chico, mientras se acercaba lentamente -Tú estás espiando.-

El chico, cuya altura imponente podría intimidar a cualquiera, la miraba con curiosidad.

-No puedo estar aquí?- Dijo Emilia, su voz firme y desafiante. -No veo nada que indique que este lugar es tu propiedad.-

El chico sonrió ligeramente, su expresión intrigada. -Supongo que tienes razón-dijo -No hay señales de propiedad privada aquí.-

Se detuvo un momento, evaluando a Emilia.-Pero déjame preguntarte algo-dijo -¿Qué haces aquí?-

-No es algo que te importe, yo... ya me iba de todas maneras- dijo Emilia, comenzando a caminar para irse.

Pero antes de que pudiera dar un paso más, el chico la tomó por el brazo, su agarre firme pero no doloroso. Emilia se sintió sorprendida y un poco incómoda por la proximidad.

Se miraron por unos segundos, sus ojos conectados en un momento de tensión. Emilia pudo sentir el calor de su mirada, y por un momento, se olvidó de respirar.

Luego, se soltó del agarre con un movimiento brusco. -Suéltame- dijo, su voz baja pero firme.

El chico la miró con sorpresa, pero no dijo nada. Simplemente la soltó, su mirada aún fija en ella. -No quiero problemas- dijo Emilia, retrocediendo un paso -Solo quiero irme.-

-Te gusta lo que ves? -preguntó el chico, su voz llena de sarcasmo.-

Por qué este chico parecía ignorar las palabras de ella, cambiando de tema y haciendo sus propias preguntas.

-No, tú eres feo -dijo Emilia, su voz firme y desafiante.

El chico sonrió, sin parecer ofendido por su comentario. -Tonta, me refiero a eso- respondió, señalando al refugio -¿Te gusta este lugar?-

¿WHO ARE YOU? (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora