¿WHO ARE YOU? (Newtmas)

PARTE 12

‼️*Primer intento en escritura (+18)*‼️
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Agradezco de antemano su lectura y comentarios. Estoy dispuesta a aprender y crecer como escritora.
  Si tengo alguna falla no duden en decirme

El rubio regresaba a su cárcel, un lugar que no deseaba llamar hogar, pero donde se sentía atrapado por circunstancias que no podía controlar. Emilia era una de ellas, una razón poderosa para permanecer en un lugar que le pesaba.

Mientras conducía, su mente vagaba hacia el pelinegro, Thomas. A pesar de no conocerlo bien, había algo en él que lo hacía sentir cómodo y seguro. La conexión había sido instantánea, como si hubieran compartido una vida entera juntos.

Newt suspiró, recordando la forma en que Thomas sonreía, la manera en que su mirada lo hacía sentir visto. Se sentía culpable por dejarlo ir, por no poder ofrecerle más tiempo, más momentos juntos.

"¿Por qué me siento así?", se preguntó Newt. "¿Por qué Thomas me hace sentir de esta manera?"

Newt llegó a su destino, un lugar que debería haber sido su refugio, pero que ahora se sentía como una prisión. Se detuvo frente a la puerta, respiró hondo y se preparó para enfrentar lo que venía después.

Tommy tenia algo especial que lo hacía sentir extraño.

Newt entró en la habitación con una sensación de pesadez en el pecho. Sabía que Emilia estaba enfadada, y no podía culparla. Suspiro

—Por fin, estuve esperando bastante —escupió Emilia, con una cara que reflejaba su irritación.

—Lo siento —dijo Newt, intentando calmarla.

—¿Solo eso dirás? ¿No piensas explicarme nada? —preguntó Emilia, su voz subiendo de tono. — Sabes lo mucho que arriesgaste, no?—.

—Emi, por favor... —intentó decir.

—No, no me digas "por favor" —interrumpió Emilia—. Cuéntame, ¿desde cuándo te juegas así por desconocidos?—

—El dice que no es un desconocido, el me conoce—.

—ESO DICE.—. dijo Emilia, casi deletreando cada letra, con una expresión de escepticismo.

—Emilia... yo en serio no quiero pelear. ¿Podemos ir a dormir un rato?—preguntó Newt, con una voz cansada.

—Pero— comenzó a decir Emilia, pero se detuvo al ver la cara de Newt, que estaba realmente triste. Emilia prefirió guardar sus palabras para otro momento.

—Está bien, cariño. Podemos hablar de esto después —dijo Emilia, suavizando su tono. Tomó la mano de Newt y ambos se dirigieron a su cama.

Emilia se acostó sobre el hombro de Newt, mientras que él trataba de dormir.
La habitación se sumió en el silencio, solo interrumpido por la respiración suave de Emilia y el latido del corazón de Newt.

Newt cerró los ojos, pero su mente seguía pensando en Thomas. —¿Por qué me siento así?—  se preguntó.

La presencia de Emilia a su lado debería haber sido suficiente para hacerlo sentir completo, pero la imagen de Thomas persistía en su mente.

Newt se quedó dormido, rodeado de la oscuridad y sus propios pensamientos.

—¿No te irás, verdad? —preguntó Emilia, con una voz suave y llena de preocupación.