Exilio
Asher...
Tiene que ser una maldita broma.
— ¿Me están jodiendo?
— Cuidado con cómo nos hablas...— sentencia mi padre Trino Astaroth — Está decidido.
— Es una mierda....
— Cuida tu boca — Dione Astaroth mi madre — Es hora de que hagas las cosas bien.
Niego — He trabajado desde los quince años para este imperio y ahora me es arrebatado... esto también me pertenece...
— No, es nuestro... es hora de que demuestres de que estás hecho, se acabaron los lujos y las comodidades, has vivido de nosotros mucho más tiempo del debido. Es hora de crecer y de sentar cabeza.
— Lo dices como si tuviera cuarenta años y fuera un viejo decrépito.
— Para allá vas si sigues así. — reta mi madre — quiero que te dejes de fiestas, lujos, fama. Es hora de que te impongas y hagas algo bien.
— Conozco el negocio familiar el que ahora me quiten derecho es una mierda...
— No hay vuelta atrás, tu nombre fue borrado de cada cosa que haya en el testamento, no hay herencia.
—¡NO! ¡NO PUEDEN QUITARME LO QUE ES MÍO POR DERECHO!
— demuestra que eres digno de este legado.
— Lo haré...
Si quieren jugar así, bien que lo hagan. No saben con quien están hablando.
— Esa mirada quítala...
— No saben lo que hacen... acaban de despertar lo más oscuro en mi.
Trino sonrió de lado — Retame si quieres pero jamás me llegarás ni a los talones.
— Te veré arrodillado ante mi. — escupí y vi a mi madre palidecer.
— Esto lo hacemos porque queremos que el negocio prospere y solo ocurrirá si hay alguien digno al mando.
— ¿No soy digno acaso? Dilo... — la enfrente
— Cuando dejes los arrancones y te enfoques en la oficina y en los negocios, entonces te veré. Mientras tanto... ve a jugar con tu cochecito.
— ¿Y Qué? ¡SE LO DARÁS AL BASTARDO QUE TIENES POR AHI!
— Fáltame al respeto una vez más y no respondo...
Me reí. Me reí fuerte.
— Este imperio me pertenece, no puedes hacer esta ridiculez, esta en el legado familiar...
— ¡Estoy arto de tu comportamiento, de tus juegos, y tus estupideces!— se impone dando un golpe en el escritorio — se acabó ¡TE EXILIO!
Observe aquel hombre de aspecto tenebroso y canas apenas visibles.
Y aquella mujer de ojos claros y belleza radiante...— Me vengaré...
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Cruce esa puerta hace tres años... no vi hacía tras. Asbeel... ciudad y territorio del clan ASTAROTH.
Legado de mi familia, una de las mafias más sadicas y poderosas del mundo. Conocida por el gran Darius mi bisabuelo. Casi 100 años de legado. Heredado a mi abuelo Cornelios quien desató la peor época en el mercado, nombrándose uno de los más sadicos asesinos y el segundo más buscado del mundo, después le sigue mi padre Trino, el mejor en negocios, tratados y lavado de dinero. Él se adueñó de la mitad de la ciudad, nombrándose el rey de la mafia. Y luego estoy yo. Se suponía que seguía yo.
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Mientes tan bien
Teen FictionMatrimonio por contrato "Prometo odiarte, condenarte a vivir una miseria y retenerte hasta que la muerte nos separe" " prometo estar cuando llores y reírme de ti, estar en la salud y brindar por tu dolor, hasta que la muerte nos separe o hasta que...