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0.12 | Entre tus brazos.
La noche había envuelto la casa de Scobell en un manto de tranquilidad. Afuera la nieve aún caía lentamente, creando un paisaje de blancura. Dentro, el salón estaba iluminado por la luz cálida de una lámpara que arrojaba un resplandor dorado sobre el ambiente.
Los adolescentes yacían sobre el sofá envueltos en una manta que había dejado la hermana mayor. Lukas había encontrado su lugar sobre el hombro de Walker, y Walker, sorprendido pero complacido por la cercanía, lo abrazaba por los hombros igualmente. La situación que hasta hace poco habría sido impensable para ambos ahora era una muestra tangible del creciente entendimiento y confianza entre ellos. La manta -ya algo arrugada- ofrecía el calor necesario para una tarde fría.
El sonido del timbre cortó el silencio de la noche trayendo consigo el murmullo de voces y risas. Los padres de Scobell acababan de llegar acompañados por su hermano menor, Tanner. Las voces se hicieron más claras y los movimientos en la entrada empezaron a interrumpir el sueño de ambos jóvenes, consiguiendo despertarlos lentamente. Aún medio dormidos, se incorporaron al escuchar el bullicio frotando con cuidado sus ojos.
-¿Qué? -murmuró el rubio, frunciendo el ceño mientras se desperezaba.
Todavía con los brazos alrededor de Hutcherson, se estiró lentamente y miró hacia la puerta.
-Parece que llegaron tus padres -dijo el alto con una voz ronca por el sueño.
Lukas se incorporó, deslizando su hombro fuera del abrazo de Walker y estirando los músculos adoloridos. Cuando escuchó la voz al despertar sintió una atracción inesperada y un gusto por la familiaridad del sonido. La voz rasposa cargada de sueño le pareció sorprendentemente atractiva. Un cosquilleo le recorrió el estómago y notó que su reacción iba más allá de la simple comodidad.
Al reaccionar se preguntó en qué estaba pensando. Se sorprendió a sí mismo sintiendo una conexión tan intensa y de inmediato se sintió inquieto por esta atracción. ¿Por qué de todas las personas, se estaba sintiendo así respecto a Lukas?
-Es el peor despertar que he tenido -admitió él, intentando contener una sonrisa-. Aunque tengo que decir que esta manta es más cómoda de lo que esperaba.
