026━━Decir que no te importa

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TRUE BLUE━━icelovs

026 | Decir que no te importa

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026 | Decir que no te importa
































































Lukas no podía dejar de mirar el techo de su cuarto. Habían pasado horas desde que volvió a casa, pero el nudo en el pecho seguía ahí, apretándole como si quisiera recordarle una y otra vez lo que había pasado. Las palabras de Walker seguían retumbando en su cabeza, cada una clavándose como un puñal:

“No puedo seguir con esto.”

Se dio vuelta en la cama, apretando los puños contra la almohada. Por más que intentara convencerse de que iba a estar bien, de que había vivido cosas peores, nada le alcanzaba para calmar el vacío que sentía en el cuerpo. Era como si todo lo que había construido con él, lo poco que se había animado a soñar, se desmoronara de golpe.

“¿Por qué carajo pasó esto? ¿qué mierda hice mal?”, pensaba mientras se pasaba las manos por el pelo desordenado.

El teléfono brillaba sobre el escritorio, llamándolo como un imán. Lo agarró con esa estúpida esperanza de encontrar un mensaje, algo, lo que sea que lo hiciera creer que todo había sido un malentendido. Pero nada.

La pantalla estaba vacía, igual que él.

Todo lo que había pasado en las últimas semanas le daba vueltas en la cabeza. Las miradas cómplices, las charlas que parecían tan simples y, al mismo tiempo, tan jodidamente importantes. "Te quiero", le había dicho el rubio una vez con esa sonrisa que lo había desarmado por completo.

¿Cómo podía haber dicho eso y después dejarlo así como si nada?

—Soy un pelotudo —susurró, llevándose las manos a la cara.

Porque al final, no podía dejar de pensar que la culpa era suya. Quizás no había hecho suficiente, o no había sido lo que Walker necesitaba. Tal vez era cierto que todavía no estaba preparado para algo real. Pero ¿cómo mierda hacía para no sentirse así de vacío?

Las lágrimas empezaron a caer sin que pudiera frenarlas. El pelirrojo no era de llorar, no delante de nadie, pero en ese momento ya no le importaba. Apretó los ojos con fuerza.

Porque esta vez había querido intentar de verdad.
Esta vez había querido que funcione.
Y esa era, precisamente, la parte que más dolía.

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La puerta se abrió suavemente y Jennifer entró con cautela, al notar el silencio pesado en el cuarto.

—Lu, hijo… —dijo con voz suave, acercándose a la cama, sintiendo la tensión en el aire—. Hace dos días que no salís de acá, ¿qué pasó?

𝖳𝗋𝗎𝖾 𝖡𝗅𝗎𝖾, 𝘞𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 𝘚𝘤𝘰𝘣𝘦𝘭𝘭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora